ZARAGOZA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Chunta Aragonesista (CHA), Nieves Ibeas, reclamó hoy la puesta en marcha de "medidas de carácter global" para hacer frente a las consecuencias que va a provocar la venta de Opel Europa a la multinacional austriaco-canadiense Magna, porque "son para todo el Estado".
En declaraciones a los medios de comunicación en Zaragoza, Ibeas informó de que CHA inició hoy una ronda de reuniones con los representantes territoriales del partido en las localidades con presencia de Opel y de sus auxiliares, así como con trabajadores de la empresa "porque nos preocupa muchísimo la inquietud e incertidumbre de los empleados de Figueruelas".
Así la presidenta de CHA consideró que "vamos a tener que echar a andar todos a una" y que el Gobierno aragonés "debe convencer al estatal para que se implique" y "no haya que asumir lo que vaya llegando". "Con medidas de prudencia no se puede avanzar, son necesarias medidas globales", apuntó.
Además anunció que en el próximo Debate sobre el Estado de la Comunidad Autónoma solicitarán la puesta en marcha de medidas de carácter global que aún no están definidas. "Estamos aún valorando las consecuencias de la venta para la planta y para Aragón y comprendiendo que éstas no pasan sólo por la Comunidad, también por todo el estado", aseveró.
El consejo de administración del grupo automovilístico estadounidense General Motors (GM) aceptó la venta de una participación mayoritaria del 55 por ciento en su filial alemana Opel al fabricante canadiense de componentes para vehículos Magna, mientras que a través de este acuerdo los trabajadores mantendrían un 10 por ciento del capital y General Motors el 35 por ciento restante.
General Motors recomendó, de esta forma, aceptar la oferta realizada por Magna en combinación con el banco ruso Sberbank para que se convierta en el nuevo dueño de Opel. No obstante, la corporación señaló que los detalles de la operación se finalizarán en las próximas semanas, ya que falta la aprobación por parte de los sindicatos y la consecución de una línea de financiación del Gobierno alemán.
El plan de Magna y de su socio ruso Sberbank contempla la eliminación de 10.500 empleos en Europa, de los que alrededor de 1.700 despidos corresponderían a la planta de Figueruelas (Zaragoza), teniendo en cuenta que la producción asignada para la planta aragonesa se reduciría a 320.000 unidades.
