La vicepresidenta de la DPH, Celsa Rufas, con una carpeta en la mano izquierda, en la presentación del resultado de proceso de participación ciudadana para darle un uso al la Casa de Obediencias de la Cartuja de las Fuentes de Sariñena. - DPH
SARIÑENA (HUESCA), 14 (EUROPA PRESS)
Los vecinos de los Monegros quieren que la Casa de Obediencias de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, en Sariñena, no se limite a una única utilidad y se convierta en espacio multiusos.
Así lo han puesto de manifiesto en el proceso de participación ciudadana llevado a cabo por la Diputación Provincial de Huesca y que este sábado se ha dado a conocer tras ocho meses de trabajo.
La vicepresidenta de la DPH, Celsa Rufas, ha participado en la sesión de retorno celebrada este sábado en el singular edificio monegrino, en la que se ha presentado el resultado del proceso participativo y se ha realizado una visita dinámica en la que ha participado una treintena de personas.
UN EDIFICIO HISTÓRICO MULTIUSOS
A través de varias fases de participación, apoyadas por el trabajo técnico de las empresas Fractal e Inteligencia Colectiva, se han llevado a cabo talleres tanto en la población de Sariñena como en la de Lanaja para explorar todas las opciones y generar debate.
La conclusión es que existe una coincidencia muy sobresaliente: no darle una única vida al edificio, sino apostar por diversas alternativas en las que puedan discurrir varios usos al mismo tiempo.
Siempre se contempla que hubiera un punto de información o recepción en la planta baja, que a continuación disponga de un espacio destinado a la hostelería, para que pueda dar un servicio con o sin concesión, y que cuente con habitaciones grupales, individuales y familiares, así como un bar restaurante y cocina libre.
En la segunda planta, todo estaría formado por espacios polivalentes: una sala modular, espacios expositivos, talleres y estudios, aulas y sala de reuniones.
En la zona exterior de la Casa de Obediencias se contempla una zona ajardinada, espacio lúdico, área de servicio para caravanas, explanada polivalente e incluso zona ecuestre.
Rufas ha destacado el éxito del proceso y su novedad "por ser la primera vez en la historia que se pone en marcha un proceso como este para escuchar activamente a los agentes locales y tener en cuenta sus propuestas".
La iniciativa, ha explicado la propia Rufas, ha sido impulsada por la DPH con el apoyo del Gobierno de Aragón a través de la Dirección General de Relaciones Institucionales, Acción Exterior y Transparencia y tiene el objetivo de recuperar ese espacio, "que sabemos que puede tener un gran impacto socioeconómico en el territorio", ha señalado.
La vicepresidenta de la DPH ha comentado que ahora "es momento de elaborar un proyecto definitivo que establezca un presupuesto viable y que siente las bases de los futuros usos del cenobio, con una planificación muy concreta".
Tras la sesión informativa, se ha llevado a cabo una visita guiada por los distintos espacios conducida tanto por parte del coordinador técnico de la Cartuja, José Miguel Pesqué, como por la arquitecta de la Diputación de Huesca, Laura Puyal, con el propósito de que los asistentes pudieran conocer de primera mano las zonas susceptibles de ser rehabilitadas para determinados usos.
Este edificio, integrado en la muralla perimetral, aunque ajeno a la iglesia y a la parte conventual, dispone de más de 1.000 metros cuadrados, tiene dos plantas y debe su nombre a que albergaba los distintos oficios que realizaban los trabajos necesarios para el funcionamiento del monasterio. Conserva distintos elementos patrimoniales tales como una gran chimenea y horno, o un polvorín en la bodega construido en tiempos de guerra.