Las diócesis de Aragón recaudan fondos para repartir una tarjeta telefónica en Navidad a los presos

Isabel Escartín y monseñor Ángel Pérez muestran las tarjetas de la campaña
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 27 noviembre 2018 14:14

El objetivo es superar las 2.000 para que todos los internos puedan llamar a sus familias

ZARAGOZA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las seis diócesis de la Iglesia en Aragón han iniciado la campaña 'Minutos de esperanza' cuyo objetivo es repartir una tarjeta telefónica en Navidad a cada una de las personas que se encuentran internas en los tres centros penitenciarios que hay en la Comunidad autónoma, Zuera y Daroca, en la provincia de Zaragoza, y Teruel.

Así lo han explicado en rueda de prensa el obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Pérez, coordinador de la Pastoral Penitenciaria de Aragón, y la delegada de Pastoral Penitenciaria en la Archidiócesis de Zaragoza, Isabel Escartín.

En concreto, la campaña quiere alcanzar las 2.000 tarjetas con cinco euros de saldo cada una, cifra que obtuvieron el año pasado, lo que supone recaudar 10.000 euros, o incluso superarla ya que en Zuera hay unos 1.500 presos, cerca de 400 en Daroca y más de 200 en Teruel, y, en caso de que sobren, se repartirán más tarde porque "son muy preciadas" porque "es un bien casi absoluto allí".

Así lo ha comentado la delegada de Pastoral Penitenciaria en la Archidiócesis de Zaragoza, Isabel Escartín, que ha dicho que el objetivo es que "la Navidad también llegue a las personas privadas de libertad y puedan felicitar y hablar con sus familiares y amigos porque la Navidad es para todos".

La campaña se está desarrollando en todas las parroquias, donde se ha distribuido un cártel informativo, y se dirige también a la sociedad en general. Quien desee colaborar pueda hacer su donativo antes del 20 de diciembre en la cuenta bancaria 2085 0138 38 0330342277 y con el dinero que se recaude se encargarán las tarjetas.

Escartín ha aclarado que actualmente estas tarjetas ya no puede adquirirse en ningún establecimiento y hay que encargarlas en la factoría donde se fabrican, "prácticamente solo para las cárceles", ya que los presos no pueden utilizar teléfonos móviles y disponen de este sistema para comunicarse con el exterior.

AYUDA

La delegada de Pastoral Penitenciaria ha comentado que muchos presos no disponen de dinero para comprarlas y, por eso, se hace esta entrega en Navidad para que puedan hablar con sus seres queridos, al tiempo que también se les dan tarjetas de felicitación diseñadas por algunos presos, con sobres y sellos.

Isabel Escartín ha detallado que se organiza un concurso de diseño de tarjetas entre los internos en estas fechas porque "hay muchos artistas en la cárcel", y las tres mejores se mandan imprimir "y se reparten a cada interno para que las puedan enviarlas a sus casas".

Además, el día de Navidad, habrá una eucaristía en cada centro penitenciario celebrada por los obispos, mientras que los voluntarios de Pastoral Penitenciaria acudirán a felicitar las fiestas a cada interno.

El obispo coordinador de la Pastoral Penitenciaria en Aragón, monseñor Ángel Pérez, ha indicado que desde hace tres años se encarga de esta labor, que antes desconocía, pero que a media que se ha ido adentrando en ella, ha experimentado un "cambio", una "conversión".

Según ha dicho, ahora, "el día de Navidad no tendría sentido para mí si no lo celebrara con los internos, en la cárcel, más allá de las tarjetas que se les puedan dar", quienes, por su parte, agradecen este gesto y, sobre todo, que se acuerden de ellos "en fechas tan significativas", ha precisado el obispo.

Monseñor Pérez ha apostado por "hacer sensible a la sociedad, que también necesita ser tocada por la esperanza", y ha opinado que esta campaña es un modo de hacerlo.

CONEXIÓN CON EL MUNDO

El obispo coordinador de la Pastoral Penitenciaria ha traído a colocación el escrito de algunos presos realizado tras haber recibido estas tarjetas, en donde señalan lo que significa en un centro penitenciario tenerlas, especialmente cuando no poseen medios para conseguirla, ya que permiten "llamar la familia, al abogado o a quien te pueda solventar un problema en un momento determinado", son la "conexión con el mundo".

Un interno relata en su misiva que "después de la libertad, tal vez este sea el mejor regalo que podemos hacer a un preso" ya que "se puede vivir sin muchas cosas, pero pasar la vida sin sentir la voz y el cariño" de los seres queridos "hace que las cosas sean mucho más difíciles" y, en Navidad, "agradecemos estos cinco minutos de oxígeno, que son cinco minutos que nos abren a la esperanza", afirma un interno de Zuera, según ha manifestado el obispo.

También ha dicho que hay quien cree que nunca va a tener relación con este ámbito de la sociedad, "pero cuando uno visita en repetidas ocasiones los centros de Teruel, Daroca y Zuera se va encontrado a gente de su diócesis, hijos de padres a los que conoces y te das cuenta que uno en la vida no controla tanto todo".

Monseñor Pérez ha argumentado que la razón de ser de la Pastoral Penitenciaria es que los presos descubran que "cuando nadie cree en ellos, Dios es capaz de devolverles la esperanza", que si bien se intenta eludir la pregunta de si un familiar está en la cárcel, establecimientos que "tenemos bien ocultos", haya quien cree en ellos y les dice "que no todo está perdido".

El obispo ha explicado que esta campaña se hace oficialmente desde hace tres años, aunque antes los capellanes ya repartían estas tarjetas. Ha comentado que el primero año trataron de conseguir tarjetas, algo que les resultó muy complicado.

Después, hicieron una combinación entre recaudar fondos y comprarlas y ahora se va a recabar el dinero a través de una cuenta bancaria para, luego, encargarlas a la factoría que las realiza.

MÁS DE 20 PROGRAMAS

Monseñor Pérez ha querido aprovechar la ocasión para indicar que desde la Pastoral Penitenciaria se hacen más de 20 programas dentro de las cárceles, a través de voluntarios.

Además de la atención espiritual, se organizan talleres lúdicos, se imparte formación en hábitos saludables, se realizan salidas terapéuticas, acompañamiento en los ingresos hospitalarios, asistencia personal y acogida a la llegada y a la salida de la prisión, entre otras cosas.

Asimismo, ha comentado que, cuando visita a los internos, les anima a "regenerar" durante su estancia en prisión "una serie de valores que como personas Dios les hace descubrir", para "humanizar su vida" y la convivencia en la cárcel.