CALATAYUD (ZARAGOZA), 9 (EUROPA PRESS)
La XXVII edición de la Feria de Muestras de Calatayud cierra esta tarde sus puertas, después de que unas 30.000 personas hayan pasado desde el sábado por este escaparate comercial en el que ha habido una gran variedad de sectores representados.
Para la concejala delegada de Ferias del Consistorio bilbilitano, Begoña Escriche, el balance de esta edición es positivo, y no sólo para el ayuntamiento, institución organizadora del certamen, sino que "los expositores dicen que se ha vendido más que otros años y también ha habido muchísima afluencia de público, sobre todo el sábado y domingo, cuando fue desbordante", apuntó.
La novedad este año ha sido la ampliación de la feria en un día más, algo que ha beneficiado especialmente a los stand de venta directa, la mayor parte de alimentación, aunque, pese a la crisis, también otros sectores han confirmado los buenos resultados de la feria, como el de la automoción.
Este año se ha incrementado la presencia internacional a través de los cuatro stand de dos de las ciudades hermanadas con Calatayud, Auch (Francia) y Dueville (Italia). Esta última se ha estrenado este año en la Feria de Calatayud con un stand institucional que ha permitido promocionar el turismo y consolidar lazos con su hermana a través de los contactos establecidos para futuros intercambios de estudiantes.
En el caso de Auch, la relación ha sido más comercial, ya que en el recinto ferial se podían adquirir algunos de los productos, de comerciantes particulares, más tradicionales de esta ciudad de orillas del Gers, quesos, patés y vinos.
Desde la Concejalía de Ferias se asegura que, para este departamento, el objetivo de esta muestra no es la recaudación económica que el ayuntamiento pueda tener sino que "se mantiene un precio simbólico para los expositores repitan y para conseguir la satisfacción de las miles de personas que cada año visitan este certamen". Por este mismo motivo la entrada a la feria para el público es gratuita.
RECINTO FERIAL
El recinto ferial cuenta con 24.000 metros cuadrados divididos en dos pabellones y una amplia zona exterior. Este año, el sector de la alimentación, el que más demanda de expositores tenía, se ha ubicado en el pabellón B, un recinto de chapa y plástico de unos mil metros cuadrados con carácter permanente.
La concejala de Ferias, Begoña Escriche, aprovechó los buenos resultados de esta última edición para recordar la necesidad de consolidar el recinto ferial de Calatayud con el acondicionamiento definitivo de este pabellón.
"Nos gustaría que esta carpa se transformara en un pabellón de obra y ampliar un poco más el espacio expositivo para que el año que viene, en vista a que todos años está completo, podamos ofrecer más superficie cubierta. Llevamos un par de años intentándolo pero necesitamos el apoyo del Gobierno de Aragón para ejecutar este proyecto", aseguró la concejal.
Este año el pabellón-carpa se ha utilizado para el sector de la alimentación y "aunque tenemos climatización, el techo es de plástico y esto hace que en momentos de mucha afluencia de público, como ha sido el caso de este fin de semana, se concentren altas temperaturas", explicó Escriche.
Esta obra permitiría impulsar más eventos para el recinto ferial. El próximo, por ahora, será del 1 al 4 de octubre, con la primera feria del Marisco Gallego.