ZARAGOZA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex-presidente del Gobierno y ex-secretario general del PSOE Felipe González afirmó hoy que la planta que la firma Opel tiene en la localidad zaragozana de Figueruelas sobrevivirá sólo si es capaz de competir en el mercado global, tras lo que animó a votar a los socialistas para elaborar una política industrial europea.
González visitó esta tarde Zaragoza, donde protagonizó el acto central de los socialistas aragoneses en la campaña electoral de los comicios europeos del próximo 7 de junio ante miles de militantes y simpatizantes del partido, que abarrotaron la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza.
Felipe González aludió a la crisis de General Motors y dijo que la multinacional "es el icono de la sociedad industrial del siglo XX, como la Renault", a pesar de que ahora está en crisis, una crisis que procede de la sede central de Detroit (EEUU) y "toca a Aragón".
El ex-presidente se preguntó si "es una crisis de Zapatero o global", tras lo que expresó que "esta factoría sobrevivirá si es capaz de competir con otras en el mercado global", a pesar del proceso de deslocalización de industrias hacia zonas donde la mano de obra es más barata. Como ejemplo de este fenómeno mencionó la multinacional del mueble y el hogar Ikea, que fabrica y vende productos en 20 países, pero no produce nada en el lugar de origen de sus propietarios, Suecia.
González mencionó el creciente poder de los países emergentes, los cuales son propietarios de la mayor parte de la producción de acero en la UE, frente a lo cual propuso centrar la economía en el conocimiento, el valor añadido, el diseño y la calidad, tras lo que advirtió que "nadie nos va a regalar nada". "Si veo la crisis de la automoción no me explico que no haya ayudas europeas a la automoción, como en Estados Unidos", lamentó antes de subrayar que la nueva producción automovilística respete el medio ambiente y sea capaz de competir en el mercado global.
El ex-presidente español recordó que en la UE no hay grandes reservas de petróleo y gas, que están "en países complicados", con Gobiernos inestables, y comentó que en la Unión hay 400 millones de ciudadanos con necesidades energéticas, de ahí la conveniencia de elaborar una única política energética europea, que deberá solventar problemas como el surgido el pasado invierno, cuando las discrepancias diplomáticas entre Rusia y Georgia derivaron en la suspensión del suministro en gran parte de Europa oriental, afectando a ciudadanos de la UE, entre ellos rumanos y algunos alemanes.
Felipe González aludió a la negativa inicial del PP de la existencia del cambio climático y rememoró la anécdota del líder 'popular', Mariano Rajoy. También apoyó el derecho al aborto para ironizar con que "coincide poco con el Papa" y que el uso de las pastillas anticonceptivas contribuyen "al calentamiento global".
El veterano socialista alabó la universalización de la Seguridad Social en la Unión Europea (UE), que él introdujo en España en 1985, a través de su primer ministro de Sanidad, Ernest Lluch, y comentó que el sistema sanitario público europeo cuesta la mitad del gasto sanitario en Estados Unidos, casi completamente privatizado y que excluye a 46 millones de ciudadanos nacionalizados.
Felipe González opinó que la política migratoria debe ser común, tras lo que apeló al pasado emigrante de miles de trabajadores españoles. Exigió que los españoles no se comporten "como nuevos ricos" y afirmó que "los inmigrantes no son delincuentes", tras lo que animó a luchar contra las mafias, aunque emplazó a devolverlos a sus países de origen si están indocumentados.
"Sólo se abandona a la madre patria cuando la madre se convierte en madrastra", proclamó González, quien indicó que "no tener fronteras es una conquista, pero exige que comprendamos las consecuencias", una de las cuales es que la política de fronteras tiene que ser común.
CASOS DE CORRUPCIÓN
Felipe González arremetió contra el PP por los casos de corrupción en la provincia de Castellón y afirmó que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, "no se entera de nada".
González aludió al asesinato, en 1985, del presidente socialdemócrata sueco Olof Palme, asesinado cuando intervenía ante estudiantes universitarios en la Universidad de Upsala. El ex-presidente español recordó que el mismo día la banda terrorista ETA asesinó a tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en la ciudad de Madrid.
El también ex-secretario general del PSOE rememoró el trasiego de emigrantes españoles por Europa en los años 60 y 70 del siglo XX, cuando eran "súbditos de una dictadura que a Mayor Oreja no le pareció tan mala" y que pedían "por favor" un puesto de trabajo para alimentar a su familia. Desde entonces, Felipe González luchó para que los españoles pasaran de ser súbditos a ciudadanos.
DE SÚBDITOS A CIUDADANOS
González explicó que su principal lucha "era pasar la frontera sin pasar la vergüenza de ser un súbdito de una dictadura de 40 años", tras lo que indicó que ahora "Europa somos nosotros". Hay europeos "europeístas como yo, que creen en la construcción de Europa", cuyo origen fue la decisión de "abandonar dos guerras mundiales", pero ahora, en el siglo XXI, "es más importante que nunca que haya un Parlamento Europeo progresista".
El ex-presidente recordó que las Directivas de la UE afectan a la vida diaria de los españoles, por lo que "Inés y los parlamentarios que tengamos allí tienen una responsabilidad igual o mayor que los que tenemos aquí". También aludió a los datos del paro del pasado mes de mayo, hechos públicos hoy, que reflejan un descenso del número de parados, aunque el PP base sus críticas al Gobierno central en el principio de "cuanto peor, mejor".
Felipe González prosiguió criticando al PP al afirmar que no ha encontrado en el mundo "ninguna oposición tan irresponsable como la que tenemos aquí" porque en otros países, entre los que citó Alemania, los Grupos Parlamentarios opositores "no se alegran" de los problemas generales de sus países, al contrario que aquí, opinó, lo cual es "increíble".
