Presentación del libro 'Francisco de Artiga: el final de un mundo', en el Museo de Huesca. - ALVARO CALVO - DIPUTACIÓN DE HUESCA
HUESCA 27 May. (EUROPA PRESS) -
Carlos Garcés, Julio Bernués y Natalia Juan García firman el nuevo volumen de la colección 'Altoaragoneses' que edita el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) de la Diputación Provincial de Huesca y que está dedicado a la figura de Francisco de Artiga, artífice de algunas obras como la edificación del actual Museo de Huesca y el pantano de Arguis.
Los autores de 'Francisco de Artiga: el final de un mundo' han señalado que la obra de este artista (1645-1711) es "diversa" y "sorprendente". Destacó como pintor, escritor; poeta; grabador; ingeniero o arquitecto. Su importancia en la ciudad de Huesca resultó "trascendental" desde el punto de vista histórico.
Carlos Garcés Manau, historiador; Julio Bernués Pardo, matemático; y Natalia Juan García, especialista en Historia del Arte, firman este libro que trata de recuperar a un "personaje tan interesante como desconocido actualmente por los oscenses".
Estos se han mostrado agradecidos de que "sea el IEA el que resuelva esta paradoja con un libro que arroja luz sobre un figura que todos debemos conocer y mantener presente porque tuvo una gran importancia en el desarrollo de la ciudad".
ARTIGA
Artiga vivió en la Huesca del mecenas y coleccionista Vincencio Juan de Lastanosa, de quien fue amigo. Formó parte por tanto del denominado círculo Lastanosino. Hay otros datos llamativos en su biografía. Por orden del Rey, reconoció los trabajos del monasterio nuevo de San Juan de la Peña. En cuanto a su faceta de pintor y grabador y afamado escritor, de su obra más relevante 'Epítome de la elocuencia española', de 1692, se hicieron ocho ediciones en el siglo XVIII.
La diputada de Cultura de la Diputación de Huesca, Maribel de Pablo, ha recalcado que una serie de libros como la colección 'Altoaragoneses' del IEA nos está "descubriendo partes de nuestra historia apenas conocidas de las que no debemos prescindir, sino poner en valor como se merecen".
El subtítulo de este libro es revelador: 'El final de un mundo'. Francisco de Artiga vivió el cese de la transmisión masculina en su familia con la muerte de su único hijo varón, que implicaba la extinción de su apellido en Huesca; la supresión, durante la guerra de Sucesión, del antiguo Concejo oscense y de los fueros y las instituciones aragoneses --Justicia, Cortes y Diputación-- y el desmoronamiento de su sistema de pensamiento, sustituido por uno nuevo impulsado por la revolución científica de la Edad Moderna.
Estos son los motivos que llevan al director del IEA, Alberto Sabio Alcutén, a indicar que "el libro va más allá de una biografía, para entender, por un lado, la inmensa huella de Artiga en la ciudad, que todavía pervive, y, por otro, entender la sociedad altoaragonesa de los siglos diecisiete y dieciocho, viendo la importancia de la Universidad de Huesca en la época, el impacto de la guerra de Sucesión y el arraigo del austracismo".
PANTANO DE ARGUIS
El pantano de Arguis ocupó gran cantidad de tiempo y dinero a Artiga. En primer lugar, tuvo que convencer a la ciudad de que la ubicación que propuso era la más adecuada. Después, fue un proyecto característico hasta tal punto que en la misma época la ciudad de Alicante lo tomó como referencia para construir el suyo.
Julio Bernués ha detallado que era "una presa por gravedad, un murallón muy robusto que tenía la parte superior inclinada, de forma que si alguna vez rebosaba el pantano, el agua deslizara por encima; esa infraestructura hidráulica reguló y lo sigue haciendo todo el regadío de la Hoya de Huesca".
La presentación del libro 'Francisco de Artiga: el final de un mundo' este jueves ha contado con aforo limitado en el patio del Museo de Huesca para respetar las medidas preventivas necesarias ante la situación sanitaria del coronavirus.