ZARAGOZA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El abogado Eudald Carbonell afirmó hoy que "no procede ninguna limitación" a la responsabilidad civil de las empresas Ukranian Mediterranean Air (UM Air) y Chapman Freeborn, que organizaron el vuelo 43235 del avión Yakovlev 42 que, el 26 de mayo de 2003 se estrelló en Turquía causando la muerte de 62 militares españoles.
Carbonell se expresó así en la cuarta sesión del juicio civil que celebra el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Zaragoza, donde dijo que la única limitación de su responsabilidad puede estar en las pruebas practicas durante el juicio. El juicio quedó visto para sentencia esta tarde.
Eudald Carbonell intervino esta mañana en el juicio, donde leyó su escrito de conclusiones, en representación de la Asociación de Familiares de Víctimas del Accidente del Yak 42. Carbonell expresó que "no hay un baremo" universal y defendió el trabajo realizado por la perito de la acusación Ana Paz Martínez, quien cifró en 60 millones de euros la cantidad total a pagar por la compañía aérea Ukranian Mediterranean Air (UM Air) y la contratista Chapman Freeborn.
El letrado pidió que se repare "íntegramente" el daño causado y opinó que las víctimas "tienen derecho a una restitución" que sólo se puede valorar económicamente, aunque sea imposible "compensar" el fallecimiento de un ser querido. Carbonell pidió para cada una de las familias compensaciones por daño económico y moral hasta un total de 60 millones de euros para el conjunto de las familias.
"Ninguna de las familias pretende especular" económicamente, aseguró Eudald Carbonell, de ahí que la indemnización esté "rigurosamente contrastada", aunque reconoció que no es una cifra "exacta matemáticamente al cien por cien".
El letrado recordó que las víctimas pertenecían a una profesión que está "absolutamente reglada en su desarrollo", lo que permite asegurar "con un margen mucho más alto" el lucro cesante, que constituye la base del cálculo.
Tras criticar la "burla" hacia los familiares de las víctimas y el Juzgado realizada, en su opinión, por el representante de Chapman Russi Batliwala al no comparecer en la primera sesión del juicio, después de que consiguiera anular el anterior juicio, celebrado en 2006, por no haber sido citado correctamente, el abogado Eudald Carbonell pidió "la penalización de la mala fe procesal" y explicó que la Ley española permite que la magistrada juez valore como prueba lo que se le preguntó a Russi Batliwala, aunque no contestara al no estar físicamente presente el primer día del juicio.
El abogado José Antonio Sanz expresó que Chapman Freeborn debería haber firmado un seguro de accidentes para cada pasajero por valor de 75.000 dólares estadounidenses, aunque precisó que la responsabilidad civil debe medirse al margen de este seguro. También indicó que tanto la compañía aérea como la contratista son co-responsables civilmente. La aeronave no estaba "completamente preparada para el vuelo" y la tripulación no estaba en condiciones de realizar este vuelo.
