ZARAGOZA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La sala de exposiciones Enrique Cook del Taller Escuela de Cerámica de Muel inaugura esta tarde, a las 19.00 horas, la muestra 'Terra Libris', que propone un recorrido por la pintura, escultura e instalaciones a través de las obras en cerámica de tres artistas contemporáneos: Daniel Caxigueiro, Alberto Hernández y Rafael Pérez.
Esta exposición, que podrá visitarse hasta el mes de octubre, forma parte del proyecto 'Páginas de Barro', que persigue la difusión, investigación y profundización de la cerámica como propuesta artística adecuada a la contemporaneidad.
La muestra ha sido presentada hoy en rueda de prensa, en Zaragoza, por el diputado delegado del Taller-Escuela de Cerámica de Muel de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), Óscar Lorente, el comisario de la muestra, Alberto Andrés, y el artista Daniel Caxigueiro.
El diputado provincial Óscar Lorente recordó que esta misma semana ha concluido en Muel el proyecto artístico y la exposición 'Domadores de Fuego' "con gran éxito" y esta nueva muestra refuerza el apoyo de la institución provincial a los ceramistas.
'Terra Libris' llega a Muel tras permanecer expuesta en la Casa Góngora de Córdoba, gracias a un acuerdo de colaboración entre el Taller Escuela de Cerámica de la localidad zaragozana y esta ciudad, y es la segunda exposición del proyecto 'Páginas de barro', que organizó el pasado año la muestra 'L'altro lato di cosa', de Mirco Denicolò.
El comisario de la muestra, Alberto Andrés, aseguró que los tres artistas que participan en esta exposición, los tres de la misma generación, "son la imagen de la cerámica contemporánea".
Así, Alberto Hernández "tiene una línea más pictórica", con obras en las que las letras se convierten en protagonistas; Rafael Pérez se acerca a la escultura, presentando obras "con más volumen"; mientras que Daniel Caxigueiro pone fin al recorrido con sus instalaciones.
Para Daniel Caxigueiro, lo que estos tres artistas tienen en común es que pertenecen a una generación "en la que se ha renovado el concepto tradicional de cerámica", un cambio que dejan patente en sus obras, aplicando "técnicas muy novedosas" y, en el caso de Rafael Pérez, es el artista "que más experimenta en España en cuanto a técnicas", aseguró.
INSTALACIONES
Respecto a su propio trabajo, Daniel Caxigueiro explicó que "a mi me interesa el espacio" y, por ello, presenta en esta muestra varias instalaciones, que hablan de ecología, de los desastres que se producen en el mar, ironizan sobre la gastronomía y apelan a la conservación del patrimonio lingüístico.
En 'O mar noso' presenta numerosas placas, algunas de ellas con los nombres de barcos que han causado "un coste ecológico grande" en las costas, como el Prestige, y otras de ellas sin nombres, para advertir de que el desastre podría volver a ocurrir.
Cuatro mesas "muy limpias" componen la instalación 'Xornadas gastronómicas', en la que el autor presenta platos con libros calcinados en vez de comida proponiendo "un juego irónico al espectador".
Otra de las instalaciones reflexiona sobre la pérdida patrimonial, lamentando que una lengua pueda desaparecer "sin que nadie haga nada". En este sentido, Daniel Caxigueiro remarcó que en un Estado como el español "es importante la existencia de cuatro lenguas" y su pervivencia.
Por último, la instalación 'Souvenir de Tifariti' surgió de la participación de Caxigueiro en un encuentro de artistas plásticos en el Sáhara y, a través de cinco ilustraciones con la forma de cascos de bala, pretende recordar que el problema en esta zona sigue existiendo.
CERAMISTAS
Daniel Caxigueiro (Mondoñedo Lugo, 1955) ha incorporado la cerámica a una obra plenamente escultórica. Sus conocimientos técnicos, desarrollados a partir del aprendizaje como trabajador de la fábrica de Sargadelos, aumentaron mediante el intercambio de experiencias creativas con artistas internacionales en los Encontros Estivais, cursos sobre cerámica que se celebran desde 1972 en el pueblo lucense.
Desde finales de los años 80, la obra de Caxigueiro se inclina por un lenguaje conceptual y minimalista, que incluye la cerámica, las resinas, ceras, productos industriales y objetos encontrados puestos al servicio de una obra comprometida social y políticamente, reivindicadora del respeto ecológico y antibelicista, utilizando en numerosas ocasiones la instalación como vehículo expresivo.
Por su parte, Alberto Hernández (1959, Béjar, Salamanca), comenzó a trabajar la cerámica en el taller familiar, donde de forma continuada se dedicó a la experimentación y a la búsqueda de formas personales.
Su trabajo se encuadra dentro de la pintura cerámica: es un pintor que utiliza tierras, pastas, pigmentos, esmaltes y fuego. Hernández trabaja con superficies de arcilla con alma interior metálica, lo que le permite actuar en grandes superficies. Para poder cocer estas piezas, el artista se vale de hornos y procedimientos de su invención.
Sus Caligrafías, que evocan el alifato o las escrituras logográficas, combinan la composición pictórica de relaciones de colores con los signos impresos, en relieve, que asoman de la superficie para completar un conjunto de ocasionales ecos informalistas.
Por último, Rafael Pérez (1957, Haro, La Rioja), es un creador que ha partido de la experimentación con los materiales para obtener los resultados plásticos inconfundibles que conforman su obra y que sorprenden al espectador. A modo de libros, sus piezas se ahuecan y se esponjan como volúmenes abiertos que muestran su interior, el alma de las cosas.
