ZARAGOZA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un total de 35 voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) acompañan desde esta semana en la provincia de Zaragoza a pacientes y familiares de enfermos a través del teléfono y de un chat, un nuevo servicio que ofrece esta entidad con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
Desde la AECC en Zaragoza han explicado a Europa Press que esta iniciativa se inició de forma piloto la semana pasada en Madrid y Barcelona y ahora se extiende a todo el territorio nacional, con 1.183 voluntarios en todo España, con el objetivo de las personas que sufren de cáncer no se sienta solas durante la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
Quienes deseen recibir este acompañamiento telefónico pueden ponerse en contacto con el servicio de Infocáncer, en el número de teléfono 900 100 036, o enviar un correo electrónico a la dirección 'charlamos@aecc.es' para recibir este apoyo a través de una aplicación móvil de chat.
La coordinadora de Voluntariado de la AECC en Zaragoza, Carolina García, ha señalado a Europa Press que se trata de "reducir el impacto de la enfermedad en los enfermos oncológicos" dando "soporte emocional" a través de una red de apoyo durante estos días de confinamiento por el COVID-19.
Según ha detallado, se trata de aportar, a través de canales no presenciales, "la ayuda que dábamos antes en las visitas a domicilio", que en la ciudad de Zaragoza llegan a ocho personas, a quienes ahora se ha propuesto este seguimiento vía telemática con los mismos voluntarios que iban a sus viviendas.
PROGRAMAS HABITUALES
Carlina García ha comentado que desde la AECC se hace habitualmente acompañamiento a centros sanitarios para tratamientos y consultas, que ahora se ha tenido que suprimir, así como en el domicilio, que se ha adaptado a la nueva situación.
El objetivo es que las personas "puedan charlar y tener un desahogo emocional", "poder expresar cómo se sienten, como están llevando el aislamiento" y trasladar su preocupación por ser personas de alto riesgo ante el COVID-19, que tienen que seguir yendo al hospital, ha relatado.
Este servicio, cuando es presencial, también contribuye a "descargar al cuidador", que puede salir del hogar para hacer gestiones, asistir a cursos o a cualquier otra actividad y, ahora el acompañamiento telemático se extiende, igualmente, a los familiares y puede ser por llamada, videollamada o el mencionado chat.
Además, este nuevo servicio se ofrece a todos los pacientes de la provincia de Zaragoza que deseen disfrutar de él, aunque hasta ahora no tuvieran ese acompañamiento en el domicilio.
FORMACIÓN ESPECÍFICA
La coordinadora de Voluntariado de la AECC en Zaragoza ha comentado que los 35 voluntarios que prestan esta ayuda en la provincia tienen una formación específica para poder realizarla. Por su parte, una voluntaria, Lidia Millán, ha comenzado a hacer seguimiento a una mujer de 30 años a la que ya estaba dando apoyo domiciliario antes de la crisis, con quien van a mantener una o dos conversaciones a la semana.
Millán ha aclarado que se preserva la protección de datos ya que el contacto se hace a través de la AECC y ha reconocido que si bien no es lo mismo que el contacto físico, sí se puede aportar "alegría" y comprensión ya que el paciente "puede hablar con alguien que ha pasado por la enfermedad y sabe las situaciones en las que te puedes encontrar y eso anima".
Según ha apuntado, todos los voluntarios o algún familiar suyo han pasado por la enfermedad. En su caso, sufrió en un cáncer en 2002 y desde hace más de diez años trabaja como voluntaria. Con este nuevo servicio, "hablamos, me cuenta qué tal ha ido el día y yo hago lo mismo, nos relatamos qué hemos estado haciendo durante la semana y cómo se encuentra de ánimo".
Lidia Millán ha subrayado la labor de la AECC, "que se desvive por los pacientes y no deja a ninguno desatendido", también en este estado de confinamiento, en el que, además, el personal sanitario también está haciendo seguimiento de los pacientes. "Los enfermos se siente arropados, apoyados" por los sanitarios, ha remarcado, para incidir en que hacen una labor muy destacable.
Ha puesto como ejemplo la llamada que ha recibido la paciente con la que ella habla por parte de los facultativos, para interesarse por cómo estaba, y "se ha quedado tranquila porque los médicos la estaban atendiendo".
Millán ha manifestado que estos enfermos son personas que tienen una situación "delicada" y, al no poner salir de casa, eso "les baja la moral". Ha añadido que ella también es paciente de alto riesgo por haber sufrido esta patología y ha asegurado que realizar este voluntariado le "reconforta" y ha sido un "alivio" poder continuar con él a través de vías telemáticas. "Poder decir estoy aquí, podemos seguir hablando, es genial", ha sintetizado.
