La Universidad de Verano de Teruel analiza las patologías y trastornos de los adolescentes en sus cursos estivales

Europa Press Aragón
Actualizado: miércoles, 26 julio 2006 21:21

TERUEL 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

La escritora Espido Freire ha participado hoy en una mesa redonda sobre trastornos alimentarios y adolescencia celebrada en el marco del V curso sobre "psicopatología de la adolescencia: impulsos, emociones y riesgos" que se imparte en la Universidad de Verano de Teruel. Freire ha dado su particular punto de vista sobre este tema basado en experiencias sociológicas, testimonios y en el análisis de una realidad constatada a través de su trabajo como escritora.

La escritora ha centrado su intervención en los problemas que plantea la conducta alimenticia, concretamente la anorexia y la bulimia y otros tipos de trastornos, y de qué manera se está normalizando la presencia de estas enfermedades dentro del ámbito social.

La escritora ha responsabilizado a la moda, a la publicidad y a los contenidos de muchos medios de comunicación, de los trastornos alimenticios que padecen muchos adolescentes, sobre todo del sexo femenino, al vender la delgadez extremada como un modelo ideal a imitar "y es necesario que el sector de la moda asuma esa culpa". La premio planeta ha denunciado el uso "casi pornográfico del cuerpo de la mujer" y cómo a las niñas de hoy en día se les está inculcando que tendrán más ventajas de atención y de ingresos si apuestan por un canon de belleza de delgadez y juventud.

Un ejemplo claro del tratamiento que se hace hoy del cuerpo de la mujer se puede comprobar esta semana en la revista Cuore donde analizan los pechos de 25 famosas. "La semana pasada eran sus culos y a la mayoría de ellas les aconsejaban pasar por la cirugía, en ningún caso les recomendaban dieta sana o deporte", denunció escandalizada la escritora añadiendo que por suerte "esto no ocurre con el sexo masculino".

Freire ha llamado la atención sobre los mitos acerca de la belleza y la comida y cómo la publicidad se ha adueñado de ellos para deformarlos. "Un ejemplo son los kilos de yogur y los litros de zumo que la televisión intenta vender y las argucias con que lo hace cuando no son más que chuches disfrazadas", aseguró.

Freire afirmó también que cada vez es más difuso el término adolescencia porque es muy frecuente encontrar a personas de treinta años con comportamientos quinceañeros. "La adolescencia se está hoy prolongando diez años más de la edad a la que debería terminar", apuntó. "Me sorprende descubrir la frivolidad con la que los medios de comunicación tratan estos temas y sobre todo la doble moral que hay entorno a ella", sentenció.

Para Freire la mayor parte de los adolescentes tienen una conciencia distorsionada de lo que es el problema porque, por un lado, se desprecia la enfermedad por si misma, pero por otro lado se prestigia la apariencia de esa enfermedad, es decir la delgadez excesiva. La bulimia, por el contrario, suele ser algo más vergonzoso, dado que se asocia con vómitos, laxantes y secreciones del cuerpo "que consideramos tabú", matizó.

Para Espido Freire todos estos temas requieren una mayor atención, no tanto desde el punto de vista médico sino como espectadores sociales, "como seres integrados en un tejido social profundamente enfermo", concluyó.

AUMENTO DE SUICIDIOS ENTRE ADOLESCENTES

Por otra parte, el director del curso, Mariano Velilla, jefe de la sección de psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, alertó del incremento del número de suicidios entre adolescentes en los últimos años a consecuencia de enfermedades mentales, sobre todo por depresión.

Detrás de un adolescente que lleva atado un intento de suicidio siempre hay una historia familiar problemática, aseveró Velilla. El sentimiento de no ser suficientemente valorado y apoyado por la familia es una de las principales causas de infelicidad en el adolescente.

La adolescencia es la etapa de la vida en la que más riesgo hay para desarrollar enfermedades mentales como son los trastornos de conducta alimentaria, esquizofrenias que acaban en consumo de tóxicos, trastornos de conducta disocial, violenta o depresión. Todas estas enfermedades están aumentando de forma preocupante en este segmento de población y consecuentemente incrementan el riesgo de conducta suicida, indicó el psiquiatra.

Uno de los rasgos del adolescente de hoy es que están demasiado protegidos y, por tanto, tienen una baja tolerancia a la frustración y a las adversidades de la vida, lo que complica la relación del individuo con su entorno y familia. La adolescencia supone una serie de retos tanto para el propio adolescente como para la familia, la sociedad y para los profesionales que se ocupan de estudiar esta etapa de la vida como son psiquiatras, psicólogos, sociólogos, y profesores. "Esta etapa nos atañe a todos porque de la forma que se resuelva la adolescencia, dependerá la estabilidad del adulto", subrayó Velilla.

SIN CAMAS EN LA UNIDAD DE PSIQUIATRÍA

El especialista en Psiquiatría y secretario del curso, Pedro Manuel Ruiz, ha reivindicado a las autoridades administrativas el reconocimiento de psiquiatría infantil como especialidad autónoma, al ser nuestro país, junto a Letonia, los dos únicos de la comunidad europea que no tienen reconocida esta especialidad. "Los niños y adolescentes se ven privados de que les puedan tratar profesionales adecuados cuando, además, los existen, porque la psiquiatría infantil en España tiene una trayectoria muy larga, de más de 50 años".

Ruiz también denunció la ausencia de camas específicas para hospitalizar a niños y adolescentes ingresados en la unidad de psiquiatría infantil del Hospital Clínico de Zaragoza, "que es la unidad de referencia para todo Aragón", apuntó. Cuando hay que ingresar a estos pacientes hay que hacerlo bien en pediatría donde hay reservadas 5 camas o bien en la estancia de psiquiatría de adultos, donde existen cuatro camas virtuales, aunque Ruiz consideró que ese no es "el lugar adecuado para niños y jóvenes".

Por último Ruiz anunció que en breve van a coordinar un proyecto multicéntrico de prevención de personas con problemas de conducta alimentaria financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria. "Un hito, porque nunca se había financiado un proyecto de prevención desde esta institución", concluyó.

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