Zaragoza.- La Base Aérea ultima el operativo para cubrir un hipotético aterrizaje de emergencia del Atlantis

Actualizado: viernes, 25 agosto 2006 15:09

ZARAGOZA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Base Aérea Militar de Zaragoza ya tiene preparado el operativo de seguridad por si el transbordador espacial "Atlantis", que despegará el próximo domingo, 27 de agosto, para llevar a cabo una ampliación de la Estación Espacial Internacional (ISS), tuviera problemas y necesitara efectuar un aterrizaje de emergencia, según ha informado la NASA y la Base Aérea Militar de Zaragoza. El operativo cuenta con 500 personas, entre operarios de NASA y miembros del Ejército español.

El "Atlantis", que despegará desde el Centro Espacial Kennedy de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) --en Cabo Cañaveral, Florida--, tendrá a su disposición, en la Base Aérea Militar de la capital aragonesa, un dispositivo de seguridad para un eventual aterrizaje de emergencia, que "no será excepcional respecto a otras ocasiones", según declaraciones a Europa Press de la sede de la NASA en Madrid.

El "Atlantis" no es un avión convencional. Debido a que no tiene motores, se mueve por inercia, gozando sólo de una oportunidad para enfilar, a extremada velocidad, la pista de aterrizaje, razón por la cual se ha escogido como primaria la Base Aérea Militar de Zaragoza, que posee una de las más largas pistas de aterrizaje de Europa, con 3.700 metros de longitud.

Otra de las razones que motivan la elección de esta base como primaria es que cuenta con instalaciones de la NASA, la cual se encargará de la seguridad más cercana al transbordador, una vez en tierra, mientras que el Ejército participará en asegurar el perímetro exterior, de hacerse necesario el aterrizaje de emergencia. En total, el operativo de seguridad contará con unas 500 personas, entre Ejército y contratados por NASA.

En caso de que finalmente el "Atlantis" aterrizara en Zaragoza, un reactor de la NASA acompañará al transbordador durante su descenso. Ya en tierra, y habiendo realizado los chequeos procedentes, los operarios de la NASA se encargarán de desmontar toda la nave.

Tras un periodo de aproximadamente 100 días, según ha explicado el comandante Carlos Jorcano de la Base Aérea Militar de Zaragoza, "se montará una de las grúas más grandes del mundo, que levanta hasta 850 toneladas, para introducir la carcasa --vacía-- del transbordador en un Jumbo", que es el avión que llevará el transbordador de vuelta al Centro Espacial de Cabo Cañaveral.

Por otro lado, fuentes de la NASA indicaron que, en caso de que el mal tiempo no permita partir al "Atlantis" el 27 de agosto, la fecha de lanzamiento se pospondrá hasta el 13 de septiembre.

USO DE LA ISS

El transbordador espacial transportará enormes paneles solares al espacio para su instalación en la ISS. Gracias a esta ampliación, la primera desde el desastre del Columbia en febrero de 2003, no sólo se doblará la provisión de energía sino que, además, podrán vivir y trabajar, en lugar de tres, hasta seis astronautas, informan desde la NASA.

El "Atlantis" estará tripulado por el comandante Brent Jett y cinco astronautas más que, una vez arriba, añadirán a la estructura de soporte central un nuevo segmento de 17 toneladas. Además, la NASA ha planeado ya tres paseos espaciales.

En órbita desde 1998 con el lanzamiento de "Zayra", su primer módulo, y viajando a más de 26.000 kilómetros por hora, la Estación Espacial Internacional supone una gran plataforma de investigación para diversos estudios científicos y tecnológicos: productos de fabricación espacial, astronomía, detección terrestre a distancia, mecánica de materiales y fluidos o biotecnología, entre otras materias.

Lo característico de estos experimentos es que se basan en unas condiciones de microgravedad --inapropiadamente llamada "gravedad cero"--, que se ha convertido en una herramienta indispensable para que los científicos puedan desarrollar materiales altamente sofisticados y procesos para electrónica avanzada.

Y es que, bajo la microgravedad los materiales cristalizan de una forma distinta a como lo hacen en la Tierra, lo que les otorga que tengan propiedades y comportamientos distintos a los conocidos hasta ahora, algo que permite sintetizar productos de alto valor en medicina, biología o química.

Como utilidad, la ISS sirve también para la observación de la Tierra, lo que ayudará al estudio de los cambios en nuestro ambiente a largo plazo. Huracanes, tifones e impactos de meteoritos, así como los cambos producidos por los humanos, son estudiados para llegar a conclusiones útiles.

En cuanto a los tripulantes, no todo son ventajas, porque la vida en baja gravedad puede provocar problemas como atrofia muscular, pérdida de masa ósea o cambios en el funcionamiento del corazón, entre otras.