ZARAGOZA 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga; la alcaldesa de Tarazona, Ana Cristina Vera; el alcalde de Morata de Jiloca, Miguel Langa; y el gerente de Visoplast, Joaquím Soler, han firmado esta mañana un protocolo de colaboración por el que se instalarán dos plantas de la citada compañía, dedicada al reciclaje de plásticos, en Tarazona y Morata de Jiloca. Estas dos nuevas sedes crearán 10 puestos de trabajo en Morata, "y 50 en los dos primeros años de actividad" en Tarazona, según explicó Soler.
"Llevamos mucho tiempo trabajando para anunciar la instalación de este proyecto en nuestro polígono industrial, que ha pasado por dificultades últimamente --aseguró la alcaldesa Ana Cristina Vera en referencia al caso de la compañía Delphi--, y este es un punto de partida importante para desarrollar la segunda fase del polígono". De esta manera, "comenzamos una andadura que será importantísima en nuestra ciudad", añadió.
Por su parte, el consejero de Industria, Arturo Aliaga, recordó que las conversaciones para establecer estas sedes en Aragón "comenzaron en julio de 2006. Me comprometí a poner toda la carne en el asador para llevar las industrias a Tarazona y dije que las compañías que allí se establecieran tendrían prioridad". Como consecuencia de estos, ahora no sólo se abrirá la planta en Tarazona, sino que "ha surgido la alternativa de recuperar la empresa de Morata".
En virtud del protocolo firmado, Visoplast construirá una planta de recuperación y reciclado de plásticos en la segunda fase del Parque Empresarial de Tarazona, "planta integrada completamente en el paisaje", indicó el gerente Joaquím Soler, sobre una superficie total de 40.000 metros cuadrados de los que 5.000 serán construidos inicialmente.
La inversión de este proyecto industrial alcanza los siete millones de euros, tres de ellos destinados a la adquisición de maquinaria, que servirán para crear 50 nuevos puestos de trabajo directos a los que se unirán más colocaciones indirectas cuando la planta funcione a plena capacidad.
Con la puesta en funcionamiento de estas instalaciones, prevista para septiembre de este mismo año, "o como muy tarde para octubre", según las previsiones de Soler, la compañía ampliará su nivel de actividad, al pasar de las 80 toneladas que recicla diariamente en la actualidad, a reciclar 200 toneladas y doblar su cifra de ventas. Además, con su nueva instalación turiasonense la empresa sacará nuevos productos al mercado y se iniciará en el reciclaje de la madera mezclada con plástico.
Visoplast ha elegido Tarazona como ubicación para su planta por la situación estratégica de este municipio, cercano a otras comunidades autónomas y bien comunicado. Asimismo, en todo el proceso de toma de decisiones ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad del Queiles y el asesoramiento técnico del programa Diversia, promovido por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) con el fin de diversificar la actividad industrial de la comunidad aragonesa. Así, SEPES, Gobierno de Aragón, Diputación de Zaragoza y Ayuntamiento de Tarazona "financiaremos al 50 por ciento la instalación de empresas en los polígonos", señaló Ana Cristina Vera.
Respecto a la planta de la compañía en Morata, se trata de una fábrica ya construida que tuvo que cerrarse hace dos años tras un incendio y la quiebra fraudulenta de la empresa que allí estaba instalada. Con la apuesta de Visoplast por recuperar esa sede, los trabajadores de la antigua compañía recuperarán sus puestos. Además, estas instalaciones iniciarán su actividad "en cuanto haya electricidad", explicó el alcalde de la localidad, Miguel Langa. "En la nave robaron el cableado eléctrico y el transformador, y en lo que cueste poner la electricidad comenzará la actividad de la empresa", indicó.
Langa explicó que la intención del consistorio morateño siempre ha sido "fijar población" en el municipio, que consta de 300 habitantes, por lo que la instalación de esta compañía catalana allí ha sido más que bien recibida. En la fábrica podrían reciclarse "redes de pesca", adelantó el primer edil 'popular', opción que Visoplast prueba en su sede de barcelonesa "y que está funcionando bien. Además, ya hay clientes interesados en ello", aseguró Soler.
La inversión que se llevará a cabo en Morata de Jiloca será de "40 o 50 millones de pesetas (cerca de 300.000 euros)". Esta localidad de la Comarca Comunidad de Calatayud centra sus esfuerzos en atraer a la población, como familias argentinas que ya se establecieron hace algún tiempo en el municipio. De hecho, apuntó Langa, "ahora en el colegio hay más alumnos emigrantes que españoles". La nueva fábrica podría propiciar el aumento de la población en la localidad.
REFERENTE EN RECUPERACIÓN DE PLÁSTICOS
Visoplast, fundada en 1990, centra su actividad en el reciclaje de plásticos, concretamente en los procesos de micronización, molturación, extrusión y aglomeración de este tipo de materiales. Cuenta con 32 trabajadores en su planta de Sant Quirze de Besora (Barcelona), a la que se sumará ahora la de Tarazona y posteriormente la sede en Morata de Jiloca. "Somos una plantilla joven, y esas 32 personas y la fábrica en Cataluña ya se nos ha quedado pequeña", motivo por el que han decido extender sus centros a otras zonas como la provincia zaragozana.
Los principales mercados de esta compañía, además del español, se encuentran en el Norte de Europa y en Francia, Portugal, Brasil, Turquía, Italia y África. La exportación de sus materiales reciclados supone entre el 35 y el 40 por ciento de sus ventas. Entre sus clientes se encuentran empresas como Neoplástica, Solvay, Clariant, Basf, Casa Tarradellas o Repsol YPF.
En Aragón, "General Motors lleva mucho tiempo pidiéndonos que reciclemos uno de sus materiales, pero no nos venía bien por la distancia entre nuestra fábrica en Cataluña y la GM (Figueruelas), pero ahora" con la fábrica de Tarazona "sí reciclaremos sus productos", explicó Soler.
Vispolast concede mucha importancia al principio del residuo cero, consistente en retornar un producto ya reciclado al fabricante, una vez que la pieza ha sido producida y ha completado su ciclo de vida útil. Asimismo, la empresa se caracteriza por efectuar un control 'in situ', durante el proceso de fabricación "de la calidad de los productos", aseveró Soler.