ZARAGOZA 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, y el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, firmaron hoy un convenio de colaboración por el que el Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales del Ejecutivo autonómico aportará 78.600 euros para restaurar el retablo mayor de la basílica parroquial de Santa Engracia, en la ciudad de Zaragoza.
Se trata de una restauración completa del retablo, tanto de la escena central --que representa el martirio de Santa Engracia--, como del resto de imágenes y columnas. El retablo data del año 1892 y presenta problemas de conservación y desprendimientos. Está hecho de madera pintada.
La restauración habrá concluido antes de finales de este año y será compatible con el culto. El vicepresidente José Ángel Biel comentó que se trata de rehabilitar una obra "emblemática" que se encuentra en una de las pocas basílicas de Zaragoza, ubicada en el centro de la capital aragonesa.
Por su parte, el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, recordó que las basílicas son monumentos eclesiásticos de "primera magnitud", y agradeció la colaboración de la comunidad autónoma para poner a punto el retablo mayor de este templo, del que no sólo podrán disfrutar los fieles católicos, sino todos los ciudadanos, comentó el prelado.
El director de patrimonio de la Archidiócesis de Zaragoza, Mario Gállego, aclaró al respecto que la Basílica de Santa Engracia es visitada a lo largo de año por "muchas personas" porque fue un lugar de culto de primitivas comunidades cristianas. En concreto, comentó, hay constancia de culto en el siglo IV.
El vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, se mostró dispuesto a seguir colaborando con la Archidiócesis de Zaragoza y en concreto anunció que en breve se firmará un convenio de colaboración para actuar en la iglesia de la localidad de Valjunquera, en el Matarraña, pero que pertenece a la Archidiócesis de Zaragoza.
El arzobispo de Zaragoza se mostró "abierto a futuras colaboraciones" y aclaró que la Iglesia es titular de una serie de bienes "que ha contribuido a mantener a lo largo del tiempo" gracias a la actuación de párrocos, sacerdotes y feligreses, bienes que se construyeron o adquirieron para el culto y la asistencia pastoral.
Ahora, continuó el prelado, "en una sociedad democrática tan sensible al arte y la historia la Iglesia puede recibir unos dineros para restaurar unos bienes de los que gozan todos, con independencia de la fe de cada uno". Además, afirmó, "España debería estar orgullosa y agradecida a la Iglesia porque esta institución ha mantenido muchos de sus bienes".
Como ejemplo, se refirió a la Basílica del Pilar de Zaragoza, que al año recibe diez millones de visitantes, o a la misa del 12 de octubre, festividad del Pilar, que contribuye a la difusión de Zaragoza y Aragón, y que el año pasado fue seguida por unos 620 millones de telespectadores, comentó monseñor Ureña.
Por su parte, José Ángel Biel remarcó la contribución del Estado de las Autonomías a la recuperación del patrimonio, con inversiones económicas "que antes no se había hecho", apuntó.
IGLESIA DE SANTA ENGRACIA
El monasterio jerónimo de Santa Engracia fue construido en los siglos XV-XVI sobre la antigua necrópolis cristiano-romana, donde fueron encontrados los dos sarcófagos de mármol que hoy se guardan en su cripta: el de la Receptio Animae y el de la Trilogía Petrina. El sarcófago de la Receptio Animae se fecha entre los años 330-340 y por la técnica y material utilizados parece que fue labrado en Roma.
El sarcófago de la Trilogía Petrina, datado hacia el 340-350, sirve en la actualidad como mesa de altar. La portada de la iglesia es el único resto que se conserva del antiguo Monasterio Jerónimo de Santa Engracia, construido a lo largo de la primera mitad del siglo XVI como un grandioso conjunto arquitectónico.
Fue fundado por el rey Juan II de Aragón, en agradecimiento por su curación de una enfermedad de cataratas, continuado por su hijo Fernando el Católico y finalizado por el emperador Carlos. La portada sufrió serios daños durante los Sitios y fue restaurada por el escultor Carlos Palao --quien completó o repuso enteramente algunas de las figuras originales--. La portadas es obra en su mayor parte de Gil Morlanes el Viejo, y fue terminada por su hijo.