ZARAGOZA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Exposiciones y Congresos que Ibercaja tiene en la zaragozana calle San Ignacio de Loyola acoge una exposición de la pintora colombiana afincada en Nueva York, Ana Mercedes Hoyos, con la que presenta su utilización particular del color para hablar de la diversidad étnica en el municipio colombiano de San Basilio de Palenque. La muestra se titula "Por el color hacia la conciencia" y permanecerá abierta hasta el próximo 4 de marzo.
La muestra tiene contenido "social y político", según dijo Hoyos, quien comentó que la mayoría de los vecinos de San Basilio de Palenque son descendientes de ciudadanos negros de procedencia africana y liberados tras ser llevados por la fuerza a América en condición de esclavos. Hoyos evoca este origen haciendo uso de la paleta "propia" que ha construido y evocando el arte 'pop' de Andy Warhol desde una perspectiva latinoamericana.
Hoyos comentó que con esta colección "recojo un problema" como son "las consecuencias de la esclavitud en América trasladadas a este momento", en concreto "cómo esta gente, que hace tanto tiempo llegó a América, en cierto modo se conserva casi intacta", ya que los vecinos de San Basilio de Palenque "no se mezclan con más gente" por lo general, lo que implica que conservan "la tradición africana". De hecho la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha incluido a este municipio colombiano en la categoría de "patrimonio intangible de la Humanidad". Ana Mercedes Hoyos afirmó que "creo haber logrado una trascendencia que ha contribuido a aclarar el problema".
Tras recordar que pasó parte de su infancia en Europa y que, de hecho, residió durante un año en España, "mi segunda patria", la pintora afincada en Nueva York indicó que "hay mucha carga española" en su obra, aludió a sus investigaciones personales sobre el cubismo y las vanguardias artísticas y reconoció que "todo lo que un artista hace es una recopilación de influencias", en su caso sobre todo del arte pop.
Aunque en su obra destaca el uso del color, Hoyos prosiguió afirmando que "para mí no significa tanto", sino que "lo que tiene más significado es la luz, que se consigue a través de la yuxtaposición de colores". Así, comentó que "cuando yo trabajo con el dibujo, trato de encerrar espacios con una línea, que puede ser más potente que el mismo color para encerrar luces". También señaló que su pintura "es una comunicación afectiva y sentimental" con su Colombia natal.
El jefe de la Obra Social y Cultural de Ibercaja, Román Alcalá, resaltó que esta es la primera vez que Ana Mercedes Hoyos expone en el continente europeo, ya que al residir en Nueva York suele exponer en Estados Unidos, y comentó que Ibercaja ha querido iniciar con ella las exposiciones pictóricas durante 2007. Alcalá recordó que otros autores latinoamericanos han expuesto ya en la Caja, como Joaquín Torres García, y auguró que la muestra de Hoyos "será un éxito de público".
Por su parte, el comisario de la exposición, Julio Niebla, dijo que Ana Mercedes Hoyos es, a día de hoy, "la pintora latinoamericana más importante que existe" y afirmó que su uso del color "va mucho más allá de la pintura", tras lo que consideró que "lo que ha hecho" respecto a la "recuperación étnica" de San Basilio de Palenque es "muy valiente".
Para Julio Niebla, "la universalidad en la obra de Ana Mercedes Hoyos radica en sus raíces, en el conocimiento de las culturas antiguas e influyentes, que posteriormente conformaron las distintas culturas en los países que nuestra artista visitó, estudió y vivió y vive profundamente". Al estudiar su trayectoria, Niebla, denota claramente el propósito y el sueño de libertad que hierve en todo su camino.
La crítica internacional ha destacado siempre la fuerza, imaginación y calidad de su obra. Según Julio Niebla, "Hoyos tiene la virtud de escuchar con los ojos. Su inquietud y perspicacia, desmenuza los pequeños detalles, y pone ante nuestros ojos de forma hermosa y sugerida el problema de los más débiles".
Las piezas que forman parte de "Por el color hacia la conciencia" han sido seleccionadas expresamente para esta ocasión por Julio Niebla. Reúne obras de museos, colecciones públicas y privadas, pero sobre todo presenta las obras de la colección de la artista, elegidas en los estudios que posee en Bogotá y Nueva York esta pintora colombiana. El conjunto ha sido presentado esta mañana por la propia pintora, el comisario y el jefe de la Obra Social y Cultural de Ibercaja. La inauguración se celebrará esta tarde y está previsto que asista la embajadora de Colombia en España.
Los cuadros de esta exposición muestran lazos, personajes y palanganas fruteras, que son inéditos en nuestro país, entre los que se encuentran óleos, pinturas y dibujos que se caracterizan por el talento inconfundible con que la artista refleja el ritmo de las culturas del trópico. Para ello utiliza los elementos de su vida cotidiana como tiestos, palanganas llenas de frutas, o vendedoras y vendedores de San Basilio de Palenque --el primer pueblo que se libró del yugo colonial-- en escenas sencillas y llenas de humanidad. Su visión personal y buen oficio los utiliza como un pretexto. Transforma el conjunto y lo convierte en un arte personal, depurado y exquisito.
La artista pinta este utensilio frecuente en la vida de los palenqueros: la palangana como elemento multiuso, en su caso como ofrenda de frutas, como la retentiva ineludible de la memoria histórica que se lleva en la sangre. Pinta la palangana, como un referente o símbolo de hombres africanos, esclavizados por los negreros, despojados de familias y tierras, y llevados injustamente al otro lado del mar.
El catálogo de "Por el color hacia la conciencia" cuenta con textos de Julio Niebla, comisario de la exposición, quien describe con sus palabras a una artista que "se rige por un pentagrama exquisito, equilibrado y a la vez libertario. Creadora de una música visual, social y reivindicadora que tanto tiene que ver con el arte, que es la historia paralela y sugerida de los hombres". A estas páginas le sigue el texto "Los senderos de una gran artista" de Fernando Toledo, escritor colombiano y columnista de temas culturales que analiza con detalle los orígenes y el momento artístico de esta artista colombiana.
BÚSQUEDA DE LA INNOVACIÓN
Al principio de su carrera Hoyos se encontró con que en su ciudad natal, Bogotá, su búsqueda de un lenguaje propio causó un estallido de innovaciones a partir del reconocimiento crítico de un entorno que, por momentos, se iba convirtiendo en metrópoli. Los paisajes urbanos de su primera época nacieron del examen de cuanto la rodeaba, visto desde una perspectiva joven, y de la reflexión sobre esa mezcolanza que se gestaba entre unos aires casi de aldea y la modernidad que se abrían campo a trompicones.
La proximidad con la arquitectura, porque su padre fue uno de los grandes constructores bogotanos y por su matrimonio con el arquitecto Jacques Mosseri, le sugirió indagaciones novedosas. A partir de los espacios y de la interacción entre la luminiscencia exterior del altiplano y la penumbra de los interiores, la artista no tardó en abordar una meditación profunda sobre la fugacidad de la luz.
En el período más reciente, Ana Mercedes Hoyos pinta con una riqueza antropológica el Caribe y, en particular, los palenques que nacieron en el siglo XVI, en las proximidades de Cartagena de Indias, fruto de las fortificaciones que lograron construir los negros cimarrones fugitivos de los ámbitos de la esclavización, y que conservaron ese trasfondo de estética africana que nutrió el arte del siglo XX. Para Toledo, en el caso de Ana Mercedes "se adueña del trazo, de los lienzos y de la volumetría. Es la inmersión en uno de los más notables vértices de la identidad".
