Zaragoza.- La Iglesia de Santa Isabel acoge este viernes el recital de música barroca de Los Músicos de Su Alteza

Europa Press Aragón
Actualizado: martes, 23 mayo 2006 17:55

ZARAGOZA 23 May. (EUROPA PRESS) -

La Iglesia de Santa Isabel de la capital zaragozana acogerá el concierto del grupo de música barroca aragonés "Los Músicos de Su Alteza", que tendrá lugar este viernes 26 de mayo, a partir de las 20,00 horas. Este recital se engloba dentro del Festival de Música Antigua auspiciado por la Diputación Provincial de Zaragoza.

El grupo aragonés está realizando giras por toda España con este programa, cuyo emblema es la música del compositor bilbilitano José de Nebra, que tendrá un lugar destacado también en esta cita musical, y en el que se recuperan algunas partes instrumentales del "Diablo Mudo", de 1751.

Otras ciudades que han acogido este concierto son Madrid, Festival de Úbeda y Baeza, Pamplona y el Festival de Música antigua de Aranjuez. Este último se celebrará el próximo sábado 27 de mayo. La grabación discográfica del programa se va a realizar en Aranjuez para ser publicada en el propio sello del citado Festival con la colaboración del Festival de Santa Isabel.

Además, Los Músicos de Su Alteza estarán el 15 de julio en el Festival de Música Sacra de Friburgo (Suiza), en el que interpretarán una serie de villancicos de José Ruiz Samaniego y un oratorio de Luigi Rossi titulado Un peccator pentito.

Afortunadamente, gracias a diversas labores de investigación y difusión realizadas, Nebra ya no es un extraño para el público. En la actualidad se empieza a considerar al bilbilitano José de Nebra Blasco (1702-1768) como el más "relevante" compositor español del siglo XVIII de los hasta ahora conocidos.

El grueso del programa está ocupado por un Miserere (salmo 50) para dos tiples, cuerda y acompañamiento de José de Nebra, una obra que muestra influencias de Alessandro Scarlatti y de la tradición napolitana en general, y que fue compuesto siguiendo el plan constructivo del celebérrimo Stabat mater de Pergolesi.

Lo mismo que sucede con ciertas enfermedades, las obras artísticas de gran éxito tienden a dejar secuelas. Es lo que ocurrió en toda Europa al difundirse el Stabat mater de Pergolesi, que hizo estragos, provocando una verdadera epidemia musical. Ni siquiera Johann Sebastian Bach se libró del contagio, que se manifestó en su cantata BWV 1083.

En los ambientes musicales españoles del siglo XVIII, tan dados a aceptar o imitar lo que venía de Italia, la obra de Pergolesi también dejó huellas, numerosas y profundas. La pieza circuló por toda la península y naturalmente pasó a América, de lo que da idea la gran cantidad de copias manuscritas que hoy se conservan en multitud de archivos del ámbito hispánico.

En el Archivo de Música de las Catedrales de Zaragoza se encuentran numerosas copias de la partitura y varios juegos de partichelas, fuentes todas ellas fechadas a mediados del siglo XVIII, anotadas por manos locales y con abundantes signos de uso.

Algo similar ocurre en otros archivos, lo que permite asegurar que el "Stabat mater" del malogrado compositor napolitano hizo furor y se ejecutó en diferentes ocasiones en la corte y también en diversas catedrales españolas e hispanoamericanas. No es de extrañar, por tanto, que algunas composiciones de maestros hispanos nacieran bajo el influjo de tan ilustre modelo.

BIOGRAFÍA

José de Nebra Blasco (1702-1768) es el más famoso representante de un breve pero importantísimo linaje musical aragonés. Los antecedentes musicales conocidos se remontan a la generación anterior: su padre, José Antonio Nebra Mezquita, natural de Hoz de la Vieja (Teruel), ejercía como organista en Calatayud, ciudad donde nació y fue bautizado José el día de Reyes de 1702, y donde verían la luz sus dos hermanos menores, Francisco Javier (1705) y Joaquín (1709). En 1711 la familia se trasladó a Cuenca, en cuya catedral obtuvo el padre los cargos de organista y arpista.

Desde muy joven José de Nebra probó suerte en Madrid, lugar que se suponía de mayor acomodo y que desde el siglo anterior constituía la meta de muchos músicos de provincias. En Madrid obtendría éxito rápido y una prolongada carrera, no sólo como organista o músico de tecla, sino también como compositor, maestro y gestor musical. Se hizo un hueco y ya no regresó a su tierra, donde las oportunidades eran a todas luces inferiores.

Mientras José, literalmente rodeado de músicos italianos (Falconi, Facco, Corselli, Farinelli o Scarlatti), prosperaba en la corte, sus dos hermanos menores, también organistas, ocupaban sucesivamente uno de los cargos musicales más influyentes de Zaragoza, la tribuna de La Seo. Primero tuvo el puesto Francisco Javier, entre 1727 y 1729; le sucedió Joaquín, que permaneció en el cargo durante cincuenta y dos años, desde 1730 hasta su muerte en 1782, coincidiendo largo tiempo con el maestro García Fajer, apóstol de la modernización de la música zaragozana.

El longevo Joaquín Nebra recibió, posiblemente por herencia, algunos preciados manuscritos y autógrafos de su hermano José, entre los que se encuentran las dos principales fuentes que hoy conocemos del Miserere que nos ocupa. La tercera fuente, fragmentaria e incompleta, se conserva en la catedral de Guatemala, lo que se considera un ejemplo más de la amplia difusión de la producción de Nebra en América.

Se desconoce la fecha de composición del Miserere, así como su destino. Ciertas similitudes de concepto y realización podrían situarla en el entorno del Oficio y misa para las Reales Honras de la Reina María Bárbara de Portugal (1758), aunque nada puede asegurarse. Pero da la impresión de que puede que no se compusiera para la Real Capilla, pues difícilmente se habría permitido en tal caso que los papeles de música pasaran a otras manos.

El concierto se completa con una escena del auto sacramental de Calderón (1660) titulado El Diablo mudo, que Nebra puso en música en 1751 para las representaciones del mismo que tuvieron lugar en Madrid a cargo de la compañía de José Parra, según hasta ahora era sabido por fuentes documentales. La música de Nebra, conservada de modo parcial (voces y continuo), ha sido recientemente identificada.

Según el director de este grupo musical, Luis Antonio González, la calidad de la obra de Nebra es tal que "se ha decidido a abordar una reconstrucción de las partes instrumentales que faltan, después de haber estudiado minuciosamente la totalidad de la música escénica de Nebra conocida y una buena cantidad de su música religiosa".

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