Zaragoza.-El Museo Pablo Gargallo ofrece una mirada al siglo XX a través de la colección de la Fundación Frascisco Godia

Europa Press Aragón
Actualizado: miércoles, 21 junio 2006 15:59

ZARAGOZA 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Museo Pablo Gargallo de Zaragoza acoge hasta el próximo 10 de septiembre una interesante muestra con obras de 23 artistas pertenecientes a la colección de arte creada por el mecenas Francisco Godia y continuada por su hija Liliana. Algunos de los cuadros seleccionados para esta exposición se exhiben al público por primera vez.

"Raíces del arte contemporáneo" es el título de esta muestra que propone una mirada al siglo XX de la mano de creadores como Hermen Anglada-Camarasa, Francesc Gimeno, Joaquim Mir, Isidre Nonell o Josep María de Sucre, artistas que tal vez no hayan pasado a la historia con gran renombre, pero que fueron realmente pioneros de la modernidad. A ellos les siguieron otros como José de Togores, Joaquín Torres García, Pere Pruna, Antoni Clavé o Julio González, entre otros, que fueron dignos representantes de la diversidad de opciones estéticas del arte contemporáneo entre 1920 y 1950.

El conjunto de piezas prestadas por la Fundación Francisco Godia se completa con obras de Juan Genovés, Josep Maria Subiranchs y Jorge Castillo, que muestran en sus cuadros la plenitud de la segunda vanguardia. La exposición del museo Pablo Gargallo alcanza obras de las últimas décadas del siglo XX, con artistas como Miquel Barceló, Modest Cuixart, Josep Riera i Aragó, Josep Uclés o Joan Ponç, gran amigo de Godia. En esta etapa, algunos cuadros han sido adquiridos por la hija del mecenas.

Esta exposición, que se inaugura hoy miércoles, ha sido organizada por el Ayuntamiento de Zaragoza, la Fundación Francisco Godia y la Fundación Abertis. Se reúne un total de 32 obras de un nivel "extraordinario", calificó hoy en rueda de prensa la teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Rosa Borraz.

"Las raíces del arte contemporáneo en la Fundación Francisco Godia" reconstruye el discurso histórico en torno al arte del siglo XX desde una perspectiva innovadora que, más allá de escuelas y movimientos, otorga protagonismo a los artistas. "Evelí Torent tocando la guitarra" (c.1901-1904) de Hermen Anglada-Camarasa, que abre la exposición, nos sitúa en un momento de ruptura.

La fotografía ha liberado al artista de la servidumbre de reproducir la realidad, el pintor busca nuevas formas de expresión al margen del realismo. Los valores pictóricos cobran importancia por sí mismos en el arte desgarrado de Gimeno, en el violento colorismo de Joaquim Mir, en los retratos de gitanas de Nonell, en los trazos primigenios de Josep Maria de Sucre.

Es el punto de partida de una tradición que, a lo largo del siglo XX, pone en contacto la obra de Clavé y Barceló, de Torres-García y Piero Manzoni, de Óscar Domínguez y Hans Hartung. Entre las obras que se presentan en Zaragoza destaca un doble óleo de Óscar Domínguez, que muestra de manera muy explícita el impacto de los movimientos de vanguardia en la sensibilidad de los artistas de posguerra.

Otro de los autores que encarna las mutaciones y cambios de sensibilidad del arte contemporáneo es Joaquín Torres-García, de quien se presentan dos obras: la "Figura femenina", de 1928, que introduce la representación ideográfica, y una extraordinaria composición constructiva ("Constructivo plano de color y grafismo"), de 1936.

Entre las obras de artistas actuales sobresale el "Rinoceront" (1981) de Miquel Barceló; un extraordinario Cuixart ("Pintura", de 1959); un Guinovart de 1959 que marca un giro en su manera de hacer, y la "Composición" de Hans Hartung (1958), un canto a la libertad creativa. La exposición presenta también la obra de artistas como Juan Genovés, Jorge Castillo y Josep Uclés, que por su calidad y originalidad, representarán para el espectador un descubrimiento.

Un hilo sutil relaciona estas obras creadas en diferentes lugares y épocas. En palabras del comisario de la exposición, el filósofo y crítico de arte Arnau Puig, "la colección se ha desarrollado en función de los gustos de su iniciador, pero también tomando en consideración lo que iba sucediendo en el arte real de nuestros días".

Destaca, en este sentido, la espléndida colección de obras de Joan Ponç. Francisco Godia fue uno de los principales coleccionistas y protectores de este artista singular, surgido en el grupo Dau al Set en los años cuarenta, y autor de una obra enigmática, que expresa con vehemencia y expresividad las desgarraduras del alma contemporánea.

LA FUNDACIÓN FRANCISCO GODIA

La Fundación Francisco Godia es la sede de la colección de Francisco Godia Sales, una de las colecciones privadas más importantes de España. Está especializada en arte medieval, cerámica y pintura moderna, que presenta al público a través de una selección permanente y de exposiciones temporales.

Uno de los objetivos de la Fundación es dar a conocer la labor del coleccionismo privado en la conservación del patrimonio cultural, explicó la directora del organismo, Sara Puig. Para ello organiza exposiciones temáticas que permiten contemplar las principales colecciones privadas de este país.

Su constitución en el año 1999, diez años después de la muerte de Godia, responde a la necesidad de dar a conocer la faceta artística de este hombre de negocios que acabó siendo un famoso apasionado del motor y un gran amante del arte. Su hija Liliana, que en la actualidad preside de la Fundación, ha continuado esta afición familiar.

LA FUNDACIÓN ABERTIS

Por su parte, la Fundación Abertis promueve el estudio sobre la repercusión de las infraestructuras en el territorio, especialmente en el medio ambiente, la economía y la demografía. Además, esta fundación fomenta y difunde los valores culturales y artísticos, aseguró la gerente de la Fundación, Sagrario Huelin.

Múltiples ejemplos corroboran esta sensibilidad: la recuperación, conservación y apertura al público del castillo de Castellet (Barcelona) y de la cantera romana del Médol (Tarragona); las esculturas que se alzan en la autopista AP-7; o los murales cerámicos expuestos en las áreas de servicio de la autopista AP-2 entre Zaragoza y el enlace del Mediterráneo.

Con la promoción de esta exposición en la capital aragonesa, la Fundación Abertis responde a tres de sus compromisos: contribuir a divulgar el legado artístico, acercar la cultura a los territorios donde la corporación Abertis desarrolla sus actividades y colaboración las principales instituciones del país, en esta ocasión el Ayuntamiento de Zaragoza y la Fundación Francisco Godia.

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