ZARAGOZA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La primera marcha Cicloturista Cultural 'Ruta del Papa Luna' servirá para reivindicar la figura del aragonés Pedro Martínez de Luna, que pasó a la historia como Benedicto XIII, el 'Papa Luna', un reconocimiento a su papado que la historia y la Iglesia no le han sabido dar "y ya es hora de que los aragoneses luchemos por la figura de uno de los personajes más importantes e ilustres" de la Comunidad, aseveró el alcalde en funciones de Illueca y presidente en funciones de la Comarca del Aranda, José Javier Vicente.
Esta iniciativa, unión de lo deportivo y lo cultural, ha sido presentada hoy en rueda de prensa por el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Aragón, Javier Callizo; el director general de Deportes, Pedro García Villamayor; el presidente del Club Ciclista Zaragozano, Jesús Subirón; y el alcalde de la localidad zaragozana de Illueca, José Javier Vicente.
La I Marca Cicloturista Cultura 'Ruta del Papa Luna' se celebrará entre el 14 y el 17 de junio y recorrerá en diversas etapas las localidades de Illueca, Zaragoza, Caspe, Morella (Castellón) y Peñíscola (Castellón), lugares marcados por la presencia del Papa Luna.
Hasta 80 ciclistas podrán disfrutar de esta novedosa iniciativa, cuyo coste de inscripción son 60 euros para participar en las cuatro etapas. La marcha está organizada por el Ayuntamiento de Illueca, Turismo del Gobierno Aragón, la Diputación de Zaragoza, la Fundación Papa Luna, Ibercaja y Aragón Televisión.
"Ésta no es una carrera al uso, porque aquí no hay tiempos, ni premios", apuntó Jesús Subirón, sino que la intención es conocer las localidades en las que Benedicto XIII permaneció durante su vida y fomentar tanto su figura como a los propios municipios.
El director general de Deportes, Pedro García Villamayor, reconocía que "estoy acostumbrado a presentaciones donde lo importante es el puesto en el que se termine y no la participación, pero cada día a la sociedad le gusta más participar en los deportes sin seguir normas extremas y este es un buen ejemplo de ello", apuntó. Así, "es importante tener una Vuelta a España que pase por Aragón y por Zaragoza, pero también es muy importante apoyar este tipo de eventos".
Una actividad como ésta es una forma de hacer "promoción turística, y algunos dirían que también gastronómica, hacia el exterior", una promoción que se realiza "a través de uno de los más importantes personajes históricos" y que fomenta además "la unión entre dos comunidades --la aragonesa y la valenciana--", recordó Villamayor.
Por su parte, tanto el alcalde de Illueca, José Javier Vicente, como el viceconsejero de Turismo, Javier Callizo, incidieron en que la de Benedicto XIII ha sido una figura "injustamente tratada por la Iglesia" cuando "desde la Iglesia aragonesa nunca se le ha considerado un papa cismático o un antipapa", apuntó Callizo.
Por ello, con propuestas como esta ruta, "que se enmarca dentro de un proyecto que pretende recuperar la figura del Papa Luna", se hace "un acto de justicia", consideró. "Tuvimos el honor de que Benedicto XIII naciese en Illueca" y por ello "tenemos que recuperar su figura", añadió Vicente.
PAPA LUNA
Pedro Martínez de Luna, (Illueca (Zaragoza), 1328-Peñíscola (Castellón), 1423), fue el Papa Benedicto XIII, más conocido con el apelativo del 'Papa Luna', papa en la obediencia de Aviñón, cardenal desde diciembre de 1375.
Nacido en Illueca --Reino de Aragón--, era miembro de la familia Luna, una de las ocho principales familias aragonesas, emparentada con arzobispos y reyes. Se dedicó a la iglesia, siguiendo la tradición familiar, y estudió leyes en la Universidad de Montpellier, en la que más tarde fue profesor de derecho canónico.
Fue nombrado cardenal por el papa Gregorio XI, y elegido pontífice a la muerte de Clemente VII (en 1394), por 20 votos de los 21 y adoptó el nombre de Benedicto XIII. Francia se opuso a su nombramiento porque era súbdito de la Corona de Aragón.
Por ello, se le presionó para que renunciara, a lo que se negó alegando un daño irreparable a la iglesia. Aunque en un momento dado hubo tres papas simultáneamente (Juan XXIII, Gregorio XII y él), Benedicto siempre adujo que su papado era el válido ya que él era el único papa que había sido elegido cardenal antes de que se produjese el Cisma, y por tanto el único realmente legítimo. Pero finalmente, fue depuesto en el concilio de Constanza --convocado el 30 de octubre de 1413 por Juan XXIII,--, junto con a los papas de Aviñón y Roma, dejando a Martín V como pontífice único en Roma.
Martín V envió a España a un legado con la misión de envenenar a don Pedro Luna, pero no tuvo éxito. Así, Don Pedro Martínez de Luna murió en 1423, a los 96 años en Peñíscola, donde había situado la sede papal, en el antiguo castillo de la Orden del Temple.