Zaragoza.- Obra Social Caja Madrid reforesta 118 hectáreas de monte en Mequinenza con el proyecto "Un millón de árboles"

MEQUINENZA (ZARAGOZA), 14 (EUROPA PRESS)

Cuatro años después de su puesta en marcha, el proyecto "Un millón de árboles" de Obra Social Caja Madrid ofrece unos resultados más que satisfactorios: 932.000 árboles plantados en diez comunidades autónomas, entre las que se encuentra Aragón. En concreto en el término municipal de Mequinenza se han reforestado 118 hectáreas de monte.

Estos datos, fruto de una de las apuestas más ambiciosas de Obra Social Caja Madrid en colaboración con distintos gobiernos autonómicos, han permitido hasta hoy la recuperación de 1.800 hectáreas de bosque.

Los trabajos llevados a cabo en el monte El Verp de Mequinenza son un claro ejemplo del espíritu que inspira "Un millón de árboles". La zona sufrió un devastador incendio en agosto de 2003 que afectó a 800 hectáreas de su superficie, convirtiéndolo en una zona de alto riesgo de desertificación. Obra Social Caja Madrid firmó un convenio en 2004 con el Gobierno de Aragón para repoblar 118 de esas hectáreas, y la plantación se comenzó en el mismo año.

Dos años después, los resultados de esta actuación son firmes y visibles. Las 78.100 plantas --en su mayoría pino carrasco (Pinus halepensis) y encinas (Quercus ilex)-- han permitido paliar los efectos del fuego recuperando para Mequinenza un espacio verde de especial importancia ambiental.

La reforestación de El Verp ha seguido un proceso de especiales características: debido al incendio, a las habituales tareas de preparación del terreno, plantación y mantenimiento, hubo que añadir la eliminación de los árboles quemados, con la apertura de vías forestales para la saca de la madera.

CUATRO AÑOS DE TRABAJO

"Un millón de árboles" nació en 2002, coincidiendo con la celebración del Tercer Centenario de Caja Madrid. Con este proyecto, Obra Social Caja Madrid quiere colaborar en la repoblación de zonas de especial importancia ambiental, necesitadas de este tipo de actuaciones, obteniendo un alto porcentaje de éxito medido en el número de ejemplares que sobrevivan respecto al número total inicialmente plantado.

Por esta razón, son preferibles espacios de titularidad pública para que la propiedad asuma el compromiso y la responsabilidad del mantenimiento en la fase inicial, requisito imprescindible para el logro del objetivo.

Pero también es importante la implicación de todos los grupos sociales de la comunidad para que comprendan y defiendan la utilidad del proyecto en cada una de sus fases.