ZARAGOZA, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los trabajos de construcción de la primera autopista autonómica, que une las localidades zaragozanas de Villafranca y El Burgo de Ebro, comenzarán en breve gracias a un convenio suscrito hoy por el consejero de Obras Públicas, Javier Velasco, y la empresa adjudicataria del proyecto, una agrupación formada por Acciona-Arascón-Brues y Fernández Construcciones.
Es una infraestructura a la que el consejero Velasco otorgó importancia porque supone dotar a Zaragoza de un nuevo cinturón que mejorará el tráfico en una zona repleta de actividad industrial y posibilitará el desarrollo de los municipios de la zona. De lo que se trata, explicó Velasco, es de construir un puente sobre el Ebro que conecte ambas márgenes del río y disponga además de enlaces con la A-2, la N-II y la N-232.
El tramo de autopista que se proyecta es de tan sólo 5,2 kilómetros. Sin embargo, la complejidad de la obra con el Ebro de por medio ha encarecido el coste de esta infraestructura, en la que se va a invertir 154.627.305 euros. "Supone un gran esfuerzo para el Gobierno de Aragón", recalcó el consejero.
La corta distancia de la carretera ha decantado la balanza hacia la modalidad del peaje en la sombra, lo que significa que no serán los usuarios los que paguen directamente por usar la vía sino que la inversión corre a cargo de los presupuestos de la comunidad autónoma a través de un pago diferido de 30 años. De no haber sido así, se hubiera tenido que cobrar un peaje directo elevado para rentabilizar la infraestructura, lo que hubiera detraído a los conductores. "El objetivo final es que se utilice la autopista", aclaró el titular de Obras Públicas.
TERMINADA PARA LA EXPO 2008
El plazo que se ha dado a las empresas contratistas de la obra es de 20 meses, con lo que la nueva autopista estará terminada para principios de 2008, coincidiendo el año de la Exposición Internacional.
El proyecto comenzó a estudiarse en el año 2001 y se sacó a licitación en 2005. Teniendo en cuenta que estará terminada para la Expo, se habrán invertido ocho años en el conjunto del proyecto. Periodo que, en cualquier caso, es inferior al de las infraestructuras que provienen del Gobierno central, que rondan los 10 años.
Además de este tramo de autopista, el Ejecutivo aragonés está trabajando también en otros proyectos. El más inminente y del que ya hay un estudio técnico es la conexión entre Cariñena y La Almunia, incluyendo un nudo de comunicación con Magallón y Gallur. Al ser una infraestructura que recibirá tráfico externo a la comunidad autónoma, Velasco adelantó que se está estudiando la posibilidad de cobrar un peaje.
