ZARAGOZA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, negó hoy durante la visita a la nueva Escuela Infantil de La Paz que existan retrasos en cuanto a las obras de dichas escuelas --ubicadas en Actur, Oliver, Santa Isabel y La Paz--, aunque éstas no podrán ser inauguradas hasta el próximo curso, ya que no contaron con partidas presupuestarias para la selección del personal y los equipamientos.
Pérez Anadón destacó en rueda de prensa "el esfuerzo que se ha hecho por parte del Ayuntamiento en una infraestructura que es esencial" porque "posibilitará a muchas madres poder incorporarse al mercado laboral".
Asimismo, el consejero de Urbanismo indicó que "han sido más de ocho millones de euros" e hizo hincapié en "el esmero que se ha puesto en cada una de las infraestructuras para ponerlas al servicio de los usuarios, en este caso, los niños de 0 a 3 años".
Carlos Pérez Anadón remarcó que "se ha trabajado bien y sin ningún tipo de retraso y aquí está la obra sin ningún retraso". Así que, "el problema que hay no tiene nada que ver con la obra", ya que "faltan los equipamientos y la selección de personal", que tendrán partidas presupuestarias en los presupuestos del próxima año.
El consejero de Urbanismo insistió en que "el retraso que pueda existir es consecuencia de no haber gestionado a la vez, de forma paralela, la obra, los equipamientos y la selección de personal".
Pérez Anadón resaltó que Chunta Aragonesista, socio en su anterior Corporación, "no hizo ninguna propuesta para la modificación presupuestaria de esta año" e incluir, de esta forma, la selección de personal y los equipamientos para que las nuevas escuelas infantiles se hubieran podido abrir este curso 2007-2008. En ese sentido, señaló que para el próximo curso las escuelas infantiles ya estarán abiertas aunque "si podemos adelantar su apertura lo haremos", aseveró.
LAS NUEVAS ESCUELAS INFANTILES.
Las obras de construcción de las escuelas infantiles de La Paz, Santa Isabel, Actur y Oliver, promovidas por el Ayuntamiento de Zaragoza, entraron en la recta final. De hecho, las dos primeras finalizaron ya los trabajos y las otras dos se recepcionarán a lo largo del mes de octubre, dejando preparadas unas instalaciones modernas, funcionales y singulares para atender las necesidades educativas de los bebés y los niños de más corta edad. Cada escuela podrá acoger unos 70 niños.
Los proyectos de las nuevas instalaciones fueron redactados en todos los casos por el arquitecto Santiago Carroquino, quien contó con la colaboración del también arquitecto Han Finner en el diseño de la escuela de Oliver.
Carroquino ha sido asimismo el director de las obras de los centros de Santa Isabel y Oliver, mientras que el arquitecto Emilio Rivas ha hecho lo propio con las obras que se han desarrollado en los barrios de La Paz y el Actur. Los procesos constructivo, que realizó la UTE Ebrosa-Estructuras Aragón, supusieron una inversión global de 8.582.493 euros.
DISEÑOS CUIDADOS.
En todos los casos se buscó la realización de elementos arquitectónicos capaces de actuar como elementos de referencia en sus emplazamientos urbanos, además de integrarse con el entorno. De la misma manera, se cuidaron los espacios interiores, primando la accesibilidad, la limpieza y la seguridad y creando atmósferas atractivas para sus futuros usuarios.
El proyecto de las nuevas infraestructuras docentes tuvo en cuenta también los criterios medioambientales a la hora de plantear el diseño y la construcción de las escuelas para ser más respetuosos con el entorno y, sobre todo, para conseguir el ahorro energético en la gestión diaria de estos edificios.
Con la realización de estas nuevas construcciones se pretende duplicar el número de equipamientos promovidos por el Ayuntamiento de Zaragoza y dedicados al cuidado y a la formación de los niños en su etapa preescolar.
El edificio escolar de La Paz ocupa 1.060 metros cuadrados y el resto de superficie hasta completar la parcela asignada, de 3.603 metros cuadrados, se destina a jardín. La zona destinada a las aulas se orientó hacia el este, con una fachada a base de muro de cortina con vistas hacia el jardín. Mientras, la zona de dormitorios se sitúa en el lado oeste y las ventanas tiene una dimensión menor.
Además, el edificio se creó con el fin de crear condiciones de confort para los usuarios, por eso, además de las atmósferas infantiles que se consiguieron en el interior y de los espacios verdes que rodean el centro, se puso especial empeño en la utilización de mecanismo de arquitectura bioclimáica, con fachadas ventiladas, acumuladores solares en las cubiertas para la calefacción y materiales apropiados que faciliten el aprovechamiento de las condiciones climatológicas más favorables y se traduzcan en un ahorro energético.
La nueva escuela infantil de Oliver se articula en diferentes módulos, organizados en función de la edad de los pequeños. El edificio, de planta baja, se levantó sobre una parcela de 2.852 metros cuadrados y actúa de contrapunto a los edificios de ocho plantas que lo rodean. Su elemento más característico se encuentra en la cubierta, que es la mayor superficie visible de la edificación y está ajardinada, creando así sensaciones de confort medioambiental.
Por su parte, las instalaciones de la escuela infantil de Santa Isabel se levantaron sobre una parcela de 4.582 metros cuadrados y se presentan como una pieza geométrica, organizada en dos grandes cajas de hormigón y vidrio, que permiten ubicar por separado de zona educativa, con sus aulas, dormitorios y sala de usos múltiples, y el área de servicios, en la que se alojan la sala de profesores, el comedor, la cocina y las instalaciones que garantizan el adecuado funcionamiento de la guardería.
Por última, la escuela infantil del Actur reúne rasgos que lo identifican como equipamiento pública, sin renunciar por ello a una fisonomía moderna e integrada con el espacio geográfico en el que se ubica. El proyectos se concibe en planta como una gran envolvente de hormigón, en cuyo interior se albergan cuatro cajas de madera, que constituyen la fórmula arquitectónica empleada para organizar los espacios para las aulas, los dormitorios y el salón de usos múltiples.
