OVIEDO, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las direcciones de la Federación Socialista Asturiana (FSA) y de la coalición de IU-BA-LV inician el próximo lunes las negociaciones para tratar de llegar a un nuevo pacto que garantice un gobierno de izquierdas en el Principado tras las elecciones del 27 de mayo. El PSOE necesita el apoyo de la coalición para gobernar al no haber obtenido mayoría suficiente para hacerlo en solitario.
Los socialistas lograron en los comicios del pasado domingo 21 de los 45 escaños de la Junta General del Principado, uno menos que en 2003. IU-BA-LV mantuvo, sin embargo, sus cuatro diputados, mientras que el PP pasó de 19 a 20.
La dirección de ambas formaciones han mostrado ya su disposición a renegociar un nuevo acuerdo de Gobierno. El comité ejecutivo de la FSA se reunió ayer para analizar los resultados electorales que les han dado además mayoría en 52 concejos.
El secretario general de la FSA, Javier Fernández, adelantó tras la citada reunión que la voluntad es alcanzar un acuerdo que "garantice la estabilidad del ejecutivo", aunque eludió precisar, por considerarlo "imprudente", si el acuerdo será simplemente parlamentario o de nuevo un pacto de Gobierno. Por su parte, IU-BA-LV también mostró su disposición de renegociar el pacto.
Fruto del acuerdo alcanzado en 2003, IU-BA gestionó las consejerías de Vivienda y Bienestar Social y las de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Europeas.
De cara a una nueva negociación, la dirección de IU planteó la oficialidad del asturiano como irrenunciable. Por su parte, la dirección de la FSA insistió en apoyar la normalización de la Llingua como se ha venido haciendo hasta ahora desde el ejecutivo que preside Vicente Álvarez Areces, pero rechaza aprobar la cooficialidad. Otro punto que separa a ambas formaciones y que puede ser un escollo en la negociación es la construcción de un embalse en Caleao (Caso). Los socialistas son partidarios de la presa, para garantizar el suministro de agua en la zona central de Asturias, algo que su socio de Gobierno hasta ahora rechaza por su fuerte impacto ambiental al estar situado en el espacio protegido de Redes.
