OVIEDO, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
De los casi 113.000 alumnos que tiene el Principado de Asturias, 72.482 cursan actualmente la asignatura de Religión en la escuela, lo que supone un 64% de la cifra total. Un dato similar al de años anteriores, aunque levemente inferior, según ha informado el Arzobispado de Oviedo en una nota de prensa.
De esta manera, se observa un descenso en los centros de titularidad pública, en el curso 2014-2015, donde el 64% de alumnos de Educación Infantil y Primaria escogió la asignatura de Religión, frente al 68% que había en el curso pasado. Una cifra que se encuentra sufriendo un descenso leve, pero continuado, si se tiene en cuenta que en el curso 2010-2011, por ejemplo, la cifra era el 73%, según señala la nota.
Estos datos contrastan con los de la Educación Secundaria y Bachillerato, también en la escuela pública, donde, con un porcentaje del 26%, el número de alumnos que eligen la asignatura de Religión se encuentra más estable desde hace años.
En el caso de los centros de titularidad privada -concertados y privados, laicos y religiosos-, la cifra de alumnos que escogen cursar Religión asciende, en total, al 96% (32.599 alumnos).
En general, el porcentaje de alumnos que eligen cursar Religión en la escuela, en Asturias, sigue estando por encima de la media de España, que se encuentra en un 63,6%. Unas cifras que lideran diócesis como la de Guadix, la de Mérida o la de Salamanca, con casi el 90% de alumnos que eligen la asignatura.
D esde la Delegación de Enseñanza del Arzobispado de Oviedo, se apunta que son datos que señalan "un cambio de tendencia en la sociedad española", pero "al mismo tiempo, la confirmación de que, cada vez que tiene lugar un cambio legislativo, la matrícula de la asignatura de Religión sale perjudicada. Este año se da así, precisamente, en la etapa de Infantil y Primaria, que es donde se ha implantado este año la LOMCE, con su reducción horaria".
Por ello, la Delegada episcopal de Enseñanza, Pilar Hernández, manifiesta que "este dato ha venido provocado por la implantación de la LOMCE, y el desconcierto que ha podido crear entre las familias, en cuanto a la reducción del horario de la asignatura y las condiciones en las que se ha de impartir a partir de ahora".
"Consideramos que no se respetan los Acuerdos -señala- y manifestamos la necesidad de un pacto educativo aceptado por todos, políticos y sociedad. No podemos estar sometiendo a los niños y a las familias continuamente a sobresaltos educativos, porque los países de nuestro entorno nos han demostrado que uno de los principios que fundamenta la calidad de la enseñanza es la estabilidad".
