GIJÓN/OVIEDO 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El letrado que representa a la familia del soldado gijonés Iván Castiello Medina ha mostrado su confianza este viernes en que el juzgado de Jaca atienda su petición, y la del Ministerio Fiscal, para que se prorrogue dos años más la prisión preventiva del acusado de la muerte del joven, a manos supuestamente de un compañero de cuartel en diciembre de 2009.
Así lo ha señalado a Europa Press el abogado José Luis Rodríguez Tejón, a resultas de las manifestaciones hechas en la vista celebrada en este día, al cumplirse los dos años de prisión preventiva del imputado tras la muerte del gijonés. Ahora la decisión está pendiente de la resolución del Juzgado, quien recientemente ha dictaminado la apertura del juicio por la Ley del Jurado en el Tribunal Superior de Justicia de Huesca.
Asimismo, la Fiscalía solicita una pena de diez años de prisión por un delito de homicidio, con la atenuante de intoxicación etílica, mientras que la acusación particular eleva la petición de condena a 15 años de cárcel y 200.000 euros para los hermanos de la víctima, una cantidad superior a la solicitada por la fiscal.
Por parte de la defensa, el letrado ha tipificado los hechos de lesiones en concurso ideal con un delito de homicidio, aunque ha aducido que su cliente se encontraba bajo los efectos del alcohol, por lo que no era consciente de lo que hacía. En un principio, el abogado ha mostrado su disposición en poder llegar a un acuerdo de conformidad tomando como referencia los diez años que pide Fiscalía.
PUÑALADA EN EL ABDOMEN
Posteriormente, sobre las 2.00 horas del día 11, después de haberse peleado con un amigo en el exterior de un bar, entró en su habitación del Acuartelamiento, en la que discutió "acaloradamente" con otros dos compañeros y llegó a esgrimir contra ellos una navaja. En un momento dado, entró Castiello en la habitación, quien le pidió al imputado que bajara la voz y se relajara, ya que al día siguiente tenían que trabajar.
Fue entonces cuando supuestamente el acusado le clavó una puñalada en el abdomen al joven gijonés, que cayó al suelo y fallecería en menos de dos horas. Uno de los otros compañeros de la habitación le pidió al procesado que soltara la navaja, a lo que este se negó e incluso llegó a hacerle un corte en la mano al intentar arrebatarle el arma.
El procesado fue detenido en el mismo cuartel. Antes de la agresión, el acusado había consumido bebidas alcohólicas que por lo que tenía mermadas sus facultades intelectivas y volitivas.
EL ACUSADO 'LE TENÍA GANAS'
En cuanto a la versión de la acusación particular, dista un poco de la de la Fiscalía y remarca el hecho de que el imputado llegó a escupir y a patear a la víctima cuando estaba desangrándose en el suelo. También se señala que con anterioridad a esa noche, el acusado había amenazado a Castiello de muerte en otras ocasiones y había comentado a otros compañeros incluso las ganas que tenía de matarlo. "A este lo rajo, lo estoy buscando", llegó a decirle a uno.
Tras la agresión a Castiello, uno de los compañeros de habitación preguntó al acusado por lo que había hecho, a lo que este respondió que "porque le había tocado los huevos y que estaba bien hecho, que así se hacían las cosas en su país", al tiempo que le señalaba que no se preocupara, que se verían en el juicio.