Actualizado: lunes, 17 abril 2017 20:04

OVIEDO, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ingeniero acusado de un borrado de correos electrónicos de la Fundación Metal Asturias, mediante un acceso no autorizado, ha sido finalmente absuelto, tras el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón. La Fiscalía pedía para él una multa de 14.100 euros.

El fallo entiende que, más allá de las conjeturas, no existe prueba de cargo que permita sentar la conclusión de que el acusado, Vicente Sánchez Sánchez, cometió los hechos que se le imputan. Así, se señala que no se puede asegurar que el ingeniero juzgado sea el responsable último de la conexión no autorizada.

En una nota de prensa, los representantes del propio interesado han señalado que los peritos judiciales por él contratados "se encontraron con que el registro de la conexión no existía, se había borrado y en su lugar había una mala copia hecha por la empresa CS"

"Se la llevaron para trabajar con ella. Cuando intentaron abrirla, se encontraron con que la copia del registro estaba corrupta y tuvieron que utilizar codificación binaria para, tras un arduo trabajo, lograr desencriptarla, sin poder asegurar que el registro hubiese sido manipulado", ha añadido. Tras ello, "comprobaron que aparecían errores, antes y después de la supuesta conexión, acaecidos durante la migración que estaba siendo realizada por la empresa C. S. contratada por Fundación Metal a tal efecto", comenta la nota.

Señala además, remitiéndose a la sentencia, que las impresoras virtuales que, según la Fiscalía, habría instalado el acusado "se instalaban de forma automática". En cuanto a la valoración de los daños causados en los buzones de correo de la Fundación Metal de Asturias, afirma la nota que "un primer informe Fundación Metal decía que correspondían al pago realizado a la empresa C. S.", que se habría encargado de recuperar los datos.

"Ante esta circunstancia, el abogado defensor, Eloy Fernández Schmitz, solicitó las facturas pertinentes y la única que Fundación Metal aportó era de unos 400 euros por el trabajo de migración que estaba realizando C. S", apunta Sánchez.

Afirman además los representantes de Sánchez que "en un segundo informe, Fundación Metal justificaba que los 14.100 euros resultaban de calcular el coste que le supuso a la empresa que todos los trabajadores dedicasen 19 horas de media al borrado de los correos, que una vez recuperados del Outlook, se duplicaban y triplicaban". "La persona más inexperta sabe que los correos se marcan y se borran en un momento", concluye la nota.

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