OVIEDO 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El agente de la Guardia Civil involucrado en un tiroteo el 12 de junio de 2009 en la localidad de Serantes (Tapia de Casariego), en el que resultaron heridos un hombre y otro Guardia Civil, declaró hoy como imputado, en el Juzgado de Castropol, que "no tiene conocimiento de haber disparado con su arma", según informaron fuentes jurídicas a Europa Press.
El agente manifestó que cuando salió del coche y cargó el arma lo cogió con la mano izquierda ya que con la derecha sacó el tolete con el que le goleó al detenido en las rodillas porque se había abalanzado contra los Guardias Civiles. "Fue en ese momento cuando se debió de disparar porque yo no tenía el dedo en el gatillo", apuntó.
En este sentido, el abogado del hombre al que perseguía la Policía por haberse fugado de una gasolinera sin pagar, José Carlos Botas, consideró, en declaraciones a Europa Press, que la declaración del Guardia Civil "no se sostiene" ya que duda de que el agente no llevase el dedo en el gatillo al empuñar el arma.
El agente declaró también que tan sólo se escucharon dos disparos por lo que fue la misma bala la que hirió al primer sospechoso y a un segundo agente de la Guardia Civil. El segundo disparo lo realizó otro de los cuatro agentes que se encontraban en el lugar, a la cuneta, y con el arma del Guardia Civil herido.
La magistrada ha solicitado la comparecencia del Guardia Civil tras conocer un informe de balística del Instituto Armado que sostiene que el vecino de Pola de Laviana, S.M.F., de 31 años, principal sospechoso inicialmente "no fue el responsable de herir al agente de la Benemérita", según su abogado, José Carlos Botas.
El informe refleja la ausencia de pólvora en la mano del principal sospechoso con la que presuntamente realizó los disparos y añade que el encausado presentaba dos orificios --posiblemente de entrada y de salida del mismo disparo-- en la espalda compatibles en tamaño y morfología por arma de fuego y que el disparo se produjo en contacto directo con el cuerpo, es decir, a escasa distancia.
S.M.F. sostuvo, en su declaración en el Juzgado de Castropol, que "en ningún momento tocó a los guardias civiles" y que le dispararon por la espalda cuando estaba hablando con los agentes. "En ese instante los guardias civiles le gritaron que se tirara al suelo e incluso le golpearon con una porra en las rodillas", apuntó el letrado.
EL TIROTEO
El tiroteo sucedió la tarde del 12 de junio de 2009 después de que la Guardia Civil recibiera una llamada de una gasolinera de Vegadeo alertando de que el conductor de una furgoneta blanca se había dado a la fuga tras repostar 45,84 euros.
La Benemérita alertó a las patrullas de seguridad ciudadana una de las cuales, del puesto de Tapia, identificó a la furgoneta en la Nacional 634, a la altura del kilómetro 541, en el municipio de Tapia de Casariego.
Cuando uno de los agentes trató de identificar al conductor, este puso su vehículo en marcha colisionando con el coche patrulla al intentar darse a la fuga. A partir de ahí se inició un forcejeo entre el conductor y uno de los agentes y se produjeron varias detonaciones producto de las cuales resultó herido el guardia civil y el conductor de la furgoneta.