El Arzobispo descarta hacer una exposición sobre el Santo Sudario cuya historia se recoge en un libro sobre la reliquia

Actualizado: martes, 25 julio 2006 20:08

OVIEDO, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, descartó hoy hacer una exposición sobre el Santo Sudario que está custodiado en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo. El prelado asturiano expresó su obligación de mantener guardado el Sudario y aunque no evitará su estudio tampoco prevé exponerlo al público. "No queremos hacer de la Cámara Santa un museo, los creyentes la hicieron como un relicario y así debe seguir".

Osoro realizó estas declaraciones con motivo de la presentación de la obra 'La historia del Sudario de Oviedo', escrito por Mark Guscin y basado en nuevas investigaciones sobre la reliquia. La presentación de la obra se hizo coincidir con las celebraciones de Santiago Apostol.

Juan Ignacio Ruiz de la Peña, autor del prólogo del libro y profesor de historia de la Universidad de Oviedo, comenzó la presentación de la obra contextualizando la historia del Sudario hasta su llegada a la Cámara Santa ovetense.

Mark Guscin destacó la importancia de los trabajos para conocer la historia del Sudario. "Un libro se hace a base de investigar, hay que acudir a las fuentes --manuscritos en latín en este caso--, no me vale repetir o criticar lo que ya hayan hecho otros autores, porque eso ya está escrito", dijo Guscin.

También afirmó que no hace falta ser creyente para reconocer que el Sudario existe, es un objeto físico. "La historia y la ciencia demuestran que este lienzo empapado de sangre cubrió la cara de un fallecido, y que estuvo presente en Jerusalén al menos en el siglo VI, a partir de ahí, ya depende de la fe de cada uno", explicó el autor de la obra.

Guscin extendió su agradecimiento al C.E.S., Centro Español de Sindonología, y al EDICES, Equipo de Investigación del C.E.S. ya que sin ellos el estudio para la publicación del libro no habría sido posible.

Ángel Pandavenes, deán del cabildo de la Catedral de Oviedo, confirmó que en su versión inglesa 'La historia del Sudario de Oviedo' ha sido un auténtico éxito en Norte América.

El deán expresó su sorpresa cuando supo que tanto el escritor de la obra como el Ayuntamiento de Oviedo --encargado de editar el libro-- cedían todos los derechos de autor a la catedral, acto que confesó haberle emocionado. Y describió el Sudario como "el alimento del alma de muchos fieles, de muchos peregrinos". A lo que añadió "me siento importante por poder guardar este tesoro".

Alfonso Román López González, concejal de Cultura, Deportes y Sociedad Ovetense de Festejos, acudió al acto como alcalde en funciones ya que Gabino de Lorenzo no pudo asistir. "Este libro tiene importancia para nosotros no sólo como cristianos sino también como ovetenses, pues es una reliquia de nuestra catedral, que es nuestro símbolo", dijo el responsable municipal.

Guillermo Heras, presidente de C.E.S. explicó que las investigaciones sobre el Sudario arrancaron el 9 de noviembre de 1989. Explicó además que los métodos utilizados se apoyaron en el trabajo de otras 40 personas. "Ya nadie puede negar que el lienzo cubrió la cara de un cadáver".

Heras, describió el estudio como interdisciplinar, es decir, que por falta de referencias nunca podría llegarse a conclusiones certeras. "Si tuviéramos algo del cuerpo de Jesús de Nazaret podríamos saber si el Sudario perteneció realmente a él, pero no contamos con ninguna parte de su cadáver", dijo.

El presidente de la C.E.S. contó que el nombre primario de la reliquia era 'Sudario Domini', que en un primer momento se encontraba guardado en Toledo, llegando a Oviedo a consecuencia de la invasión árabe. Cuando la provincia toledana lo reclamó, el cabildo se negó a su devolución, pasándose a llamar con el tiempo 'Sudario de Oviedo'. "La catedral ovetense dio suficiente confianza para guardar la reliquia aquí. Está en buenas manos", expresó Guillermo Heras.

Mark Guscin aseguró que por los estudios realizados hasta el momento, los indicios muestran que el Sudario de Oviedo y La Sábana Santa pertenecieron al mismo cadáver y a la misma época. "Si se ha demostrado que cubrieron a la misma persona, es de lógica que coincidieron en algún momento", explicó el escritor.

"El Sudario debe preservarse de la exposición pues puede perderse información. El Sol, las velas o el incienso pueden dañarlo, no sabemos qué datos hemos podido perder ya a causa del tiempo", explicó Heras, y añadió que quizá algún día y cuando el arzobispo lo creyera conveniente, se podría mostrar el Sudario al público con no más frecuencia de dos veces al año.