Expertos advierten de que la pérdida de población de Asturias conllevará "menor peso" en la política nacional

Urnas con papeletas del Senado
EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: jueves, 21 febrero 2019 19:24

OVIEDO, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La pérdida de población que registra Asturias tiene consecuencias en la representación de la comunidad en el Congreso de los Diputados y es posible que, de no corregirse, pueda afectar a su presencia en el Senado, ya que uno de los dos escaños que designa la Junta General requiere superar el millón de habitantes y el Principado bajaría de esa cifra en 2024, según las proyecciones de Sadei. Una realidad demográfica que conllevará "menor peso" de la comunidad en la política nacional, según advierten los expertos Óscar Rodríguez Buznego y Miguel Presno Linera en declaraciones a Europa Press.

El Principado bajará de 8 a 7 escaños en el Congreso a partir de las próximas elecciones del 28 de abril. Una situación que no es inédita ya que la comunidad ha ido perdiendo representación en las últimas décadas y contará en la próxima legislatura con tres escaños menos en la Cámara Baja que en 1977, cuando tenía 10 diputados.

Según el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, Miguel Presno, esta situación no debería tener consecuencias en términos "teóricos" dado que las Cortes Generales representan al pueblo español con independencia del número de escaños en cada circunscripción. "Se presume que todos los diputados ejercen sus cargos en interés del conjunto de la población, al margen de que hayan sido elegidos en una y otra provincia", remarca. Sin embargo, entiende que "es evidente que esa pérdida supone un menor peso político de Asturias".

Una observación que también hace el profesor de Sociología Óscar Rodríguez Buznego, para quien la pérdida de población "acabará mermando el peso" de la comunidad en la política nacional, aunque matiza que a corto plazo el efecto será "simbólico", ya que la comunidad "pasará de estar ligeramente sobrerrepresentada a ligeramente infrarrepresentada", ya que contará con algo menos del 2% de escaños en el Congreso para el 2,2% de la población.

Igualmente, Buznego resalta que la disciplina de partido suele primar sobre la representación territorial de los parlamentarios. Sí observa vinculación, no obstante, entre la pérdida de población y un menor número de dirigentes de origen asturiano en los partidos y las instituciones. "La tendencia parece clara: en la medida que en encoja la demografía también se verá reducida la presencia en órganos de decisión", señala Buznego.

PÉRDIDA DE PLURALIDAD Y PROPORCIONALIDAD

Ambos expertos coinciden, además, en señalar que se produce una pérdida de pluralidad en la representación asturiana al reducirse el número de escaños y sostienen que se encarece el número de votos para conseguir escaño por lo que el resultado será menos proporcional.

Buznego cree que la merma de pluralidad afectaría a ambas cámaras, aunque sería más significativa en el Senado en base a la serie histórica de resultados. La Cámara Alta cuenta actualmente con seis senadores asturianos: cuatro elegidos de forma directa en los comicios generales y dos por designación de la Junta General. Con esas cifras, la representación tiende a ser de tres senadores electos para la fuerza más votada y un senador para el segunda formación, a los que suman un escaño más cada una por designación autonómica.

"Con la vigente normativa, si se pierde un escaño de designación autonómica por bajar del millón de habitantes y se reduce a cinco el número de senadores por Asturias, el reparto daría 3+1 escaños para la fuerza más votada y 1 para la segunda, con lo que se produciría una merma de pluralidad que sería más visible que en el Congreso, donde puede llegar a haber cinco o seis partidos con expectativa cierta de optar a un escaño", argumenta el sociólogo.

Por su parte, Presno considera que la designación de un único senador por la Junta General exigiría "un mayor acuerdo", dentro de una cámara plural como la asturiana, para "evitar bloqueos". "Podría tener la consecuencia de que la persona electa fuera quien suscitara menos reticencias de las formaciones políticas con menos parlamentarios en la Junta", añade.

Sobre la situación en el Congreso, el profesor de Derecho Constitucional incide en que la pérdida de representación afecta a la igualdad del valor del voto, que es una exigencia constitucional. "Si tocamos a un representante por cada 140 o 150.000 habitantes nuestro voto 'pesa' menos, 'vale' menos que el de una persona que viva en una provincia donde tocan a un representante por cada 25.000 o 30.000 habitantes. No puede ser, en democracia, que el voto de unas personas pese más que el de otras. En Alemania, un sistema electoral que permitía estas situaciones fue declarado inconstitucional y lo cambiaron para que se ajustara a ese mandato de igualdad real o, al menos, lo máximo posible. El problema se plantea en España porque hay un número fijo de diputados por provincia (2), incluso aunque estén despobladas, y únicamente se reparten proporcionalmente 248, no 350", explica.

Además, Presno considera que habría que aumentar el número de diputados en el Congreso, dado que la Constitución permite que haya hasta 400. "Tenemos un Congreso del tamaño de países que son la cuarta parte en habitantes que España y eso dificulta la expresión de la pluralidad política existente en España", concluye.

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