GIJÓN, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la patronal asturiana de las empresas del metal, Femetal, César Figaredo, reclamó hoy a las administraciones y más concretamente al gobierno central la puesta en marcha de "medidas muy concretas" ante la grave situación de crisis que atraviesa al sector y recordó que una política industrial ha de ser siempre la primera prioridad pero más aún en circunstancias como las actuales. Figaredo reclamó medidas porque aún se desconoce "si lo peor ha pasado ya o si está aún por llegar".
En una rueda de prensa momentos antes de dar comienzo la asamblea anual, resaltó que no va a ser posible salir de la crisis "sin esfuerzo y sacrificio" y enumeró algunas de las reformas estructurales que propone la patronal del metal habida cuenta de que "las medidas tomadas hasta ahora contra la crisis han tenido un efecto mínimo y algunas de ellas lejos de resolver problemas los han agravado".
Entre las medidas estructurales, Figaredo resaltó la necesidad de acometer una reducción del gasto corriente de las administraciones y destacó además que el actual diseño de la estructura del Estado está poniendo en peligro "la unidad de mercado".
"Se precisa una reforma de carácter laboral que flexibilice todo lo que se refiere a contratación y movilidad funcional y geográfica", dijo Figaredo que insistió en que no se trata de restar derechos a los trabajadores ni abaratar el despido sino de la reforma que "permanente defiende la CEOE".
También destacó la urgente necesidad de corregir y armonizar la alta fiscalidad y los excesivos niveles de cotización a la seguridad que, a su juicio, recaen sobre las empresas, las cuales "sufren un impuesto de sociedades de los más elevados entre los socios europeos".
La reordenación de la normativa medioambiental o la definición del futuro energético fueron otras de las medidas propuestas por la patronal asturiana del metal.
Durante su discurso, César Figaredo se refirió también a la "altísima morosidad" que a su juicio debe ser corregida mediante la modificación de la ley en el sentido de establecer pagos obligatorios de pago que evitarían prácticas abusivas. También se refirió a la necesidad de solucionar el problema de la falta de crédito.
PÉRDIDA DE EMPLEO.
A pesar de la situación de crisis y de que Asturias ha perdido 5.000 empleos en el sector del metal desde el pasado mes de octubre, el presidente de Femetal aseguró que "el sector aguanta y no ha cerrado ninguna empresa". "Las empresas han sabido prepararse, han invertido en formación e innovación y a pesar de lo difícil de la situación están aguantando", dijo Figaredo que añadió que "si esta crisis se hubiese dado hace quince años en la región hubiese sido una "auténtica debacle".
Con este escenario, Figaredo recordó que en el próximo 2010 finaliza el periodo de vigencia del convenio colectivo para la industria del metal por lo que mostró su confianza en la responsabilidad profesional de las centrales sindicales para que el próximo año "se llegue a un pronto acuerdo acorde con las condiciones económicas y de mercado, partiendo de la premisa de que la jornada laboral es un elemento clave de productividad".
A juicio de la patronal, hasta este momento la postura de los sindicatos asturianos ha sido muy "correcta y sensata". En este sentido, Figaredo se refirió a la situación que atraviesa el metal en Galicia donde "se están dando una auténtica barbaridad". "Hago un llamamiento a la cordura aunque creo que hasta ahora los sindicatos en Asturias han sido correctos y muy consecuentes ante la gravedad de la situación".
ARCELORMITTAL
Sobre la situación que atraviesa ArcelorMittal y el plan de reestructuración de las industrias auxiliares. Figaredo dijo que la negociaciación acaba de empezar y "a buen seguro que no estará exenta de tensiones". No obstante, evitó pronunciarse sobre la postura concreta que van a defender la patronal de las auxiliares ya que aseguró que ante todo hay que respetar la autonomía empresarial de ArcelorMittal en la toma de decisiones de sus órganos de gobierno.
"Confío en que lleguemos a la mejor solución posible para ambas partes", dijo Figaredo aunque insistió en la tensión que "a buen seguro va a adquirir la negociación".
