El hombre acusado de incendiar un pajar sufre un trastorno explosivo que le dificulta controlar impulsos

Actualizado: jueves, 24 marzo 2011 18:48

OVIEDO, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de agredir a sus padres e incendiar un pajar anexo al domicilio donde estos se encontraban, en Grado, sufre un "trastorno explosivo intermitente que le dificulta controlar los impulsos agresivos", según han informado varios médicos forenses en el juicio que se celebró este miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. En la vista declararon el acusado, su madre, su hermano, dos Guardias Civiles y tres peritos.

En el turno de fijación de posiciones, el fiscal modificó el delito de agresión en la persona de la madre por una falta de vejaciones injustificadas de carácter leve por la que solicitó que se le impongan ocho días de localización permanente, así como seis meses de alejamiento.

El representante del Ministerio Público ha considerado acreditadas las lesiones al padre del acusado, ya fallecido, y ha señalado que no existe tampoco duda respecto a la autoría de un incendio de "ciertas dimensiones y con peligro de propagación". En este punto, ha precisado que la enfermedad mental del acusado no le eximió de saber lo que hacía, dado que la provocación del mismo "no fue un suceso brusco", como podría serlo una agresión, sino un proceso "con tiempo de pensar".

Por su parte, la letrada de la defensa ha solicitado que el trastorno mental sea considerado una eximente completa y ha pedido la libre absolución para su representado. Además, ha precisado que su cliente prendió fuego al pajar "para limpiarlo", aunque "quizá no fue la forma más adecuada". Por último, ha indicado que el fuego fue inmediatamente posterior a la discusión familiar y, según registra el informe de Bomberos, "no supuso riesgo para los edificios colindantes".

"NO SÉ LO QUE OCURRIÓ"

Por su parte, el acusado ha expresado dudas acerca de lo que ocurrió el día de autos, en el que tenía, ha manifestado, "mala conciencia". "No sé lo que ocurrió; estoy dudoso de si prendí yo el fuego porque en mi pueblo hubo varios incendios. No recuerdo tener intención de hacer daño", ha relatado.

La madre de éste, que declaró en calidad de testigo, ha declarado que su hijo se puso agresivo al regreso del trabajo, le pegó un puñetazo a su padre y la empujó al suelo. Minutos más tarde, y alertados por los vecinos, avisaron a los Bomberos porque entre familiares y vecinos "no eran capaces de apagar el fuego" que se había originado en el pajar contiguo a la vivienda. "Él es bueno; no tenía porqué ponerse así", ha lamentado.

Por su parte, el hermano del acusado ha dicho que el acusado llegó sobre las 19.30 horas al domicilio "insultando, como de costumbre", pegó a sus padres y prendió fuego al pajar "para quemar a la gente de la casa". Preguntado por el magistrado, ha señalado que la relación entre ambos había sido "buena" hasta entonces.

LOS HECHOS

Según las conclusiones provisionales del ministerio fiscal, sobre las 21.00 horas del 19 de mayo de 2010 el imputado le dio un puñetazo en la cabeza a su padre, causándole un hematoma, y empujó a su madre al suelo. Minutos después, a sabiendas de que permanecían en la vivienda, prendió fuego a restos de hierba que se encontraban amontonados en un pajar colindante, con "riesgo manifiesto de propagación a la vivienda".

Para la Fiscalía, el fuego no llegó a propagarse porque fue descubierto por el vecindario, lo que permitió la pronta intervención de los bomberos, con un coste de extinción cifrado en 936 euros. A causa del fuego, se registraron desperfectos en el pajar por importe de 770 euros. Además, resultaron afectados tres depósitos, un tractor, diez palets de madera y siete cargas de hierba seca, por un valor estimado de 860 euros.

Tras la modificación parcial de las conclusiones, el hombre se enfrenta a seis años y diez meses de prisión, una orden de alejamiento y el pago de una indemnización por los daños ocasionados y por los gastos asociados a la extinción del incendio, valorados en 936 euros.