OVIEDO 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El escritor Eduardo Mendoza aseguró hoy que "una de las técnicas de la escritura es no pensar mucho en el momento de escribir, si antes y después; pero en el momento de escribir hay que suspender un poco el juicio y adoptar una actitud un poco de casi enajenación mental". Y es que, a juicio del escritor "si uno piensa en lo que está escribiendo lo dejaría inmediatamente".
Mendoza, que ofreció una rueda de prensa antes de dar una una conferencia en la Universidad de Oviedo, afirmó que cuando está escribiendo nunca entra en una librería o en una biblioteca bien surtida. "Pienso que con todos los libros que hay para leer cómo voy a decirle a alguien que lea uno mío que acabo de escribir, cuando tiene obras extraordinarias", dijo el escritor.
El autor de obras como 'La verdad sobre el caso Savolta' o 'La ciudad de los prodigios' afirmó que "ya se ha cansado de escribir y de pensar en lo que tiene que escribir", aunque reconoció estar trabajando en dos nuevas novelas, una en tono más serio y la otra "como divertimento".
A juicio de Mendoza los escritores pasan por dos fases: una en la que no saben lo que van a hacer y otra en la que ya lo han hecho todo."Muy raramente caemos en terreno llano, siempre estamos o subiendo o bajando", dijo Mendoza, que al ser preguntado en qué fase está él en la actualidad aseguró que los escritores "vamos hacia o venimos de y nunca estamos en".
En la conferencia el autor disertó sobre la situación actual de la literatura, sobre qué es lo que leemos, lo que escribimos y lo que pensamos sobre ello. "Creo que se habla mucho últimamente de las diversas crisis de la lectura, de que ya nadie lee, de la Play Station..., y se crea una gran confusión que hace que leamos mal", dijo Mendoza, que añadió que cuando se enfrenta a crítica, lectores o prensa "da la sensación de que hablamos de cosas que no están centradas donde deberían estarlo".
Mendoza afirmó que su visita a Oviedo, la ciudad originaria de su familia paterna, era hasta ahora "una deuda pendiente" ya que nunca había estado en la capital del Principado.