El Principado suspende en la lucha contra los cebos envenenados

Monte Arbolado
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 6 mayo 2011 14:58

OVIEDO, 6 May. (EUROPA PRESS) -

El Principado de Asturias no ha obtenido una buena clasificación en el ranking por comunidades autónomas publicado hoy por WWF, que analiza las medidas de lucha contra los cebos envenenados en España. El principado sólo consigue aprobar dos de los ocho parámetros evaluados y, según la organización, se está minimizando la intensidad del uso de veneno y sus consecuencias para la biodiversidad.

La organización WWF ha realizado un seguimiento del trabajo de las autonomías, clasificándolas según los resultados obtenidos en ocho criterios: grado de desarrollo de su plan regional, disponibilidad de recursos económicos y humanos, normativa propia, especialización de agentes, transparencia informativa, resoluciones ejemplarizantes, sensibilización de grupos de riesgo y esfuerzos de vigilancia y prevención.

Así, según informa WWF, el Principado tan sólo consigue aprobar dos de los ocho parámetros evaluados. Actualmente no se reconoce la verdadera importancia y alcance de los cebos envenenados. "Al no dar prioridad a la detección e investigación especializada por parte de los agentes ambientales, se están minimizando las consecuencias de un problema muy grave para la biodiversidad en la región", señalan.

Desde WWF consideran que Asturias no solo es importante para la conservación de especies como el oso pardo, sino que cuenta además con grandes poblaciones de rapaces amenazadas, como el alimoche, y participa en un plan de reintroducción del quebrantahuesos. Todos ellos son muy sensibles a la utilización de cebos envenenados. Los principales animales indicadores de la existencia de veneno en Asturias (los que aparecen con mayor frecuencia envenenados), son zorros, lobos y buitres leonados. Entre las especies más amenazadas destacan los casos de osos y alimoches.

Para WWF, Asturias debe mejorar las medidas de prevención y vigilancia, logrando la especialización de un grupo de agentes con motivación y formación, y centrando su trabajo en las comarcas con mayor afección de los venenos según los datos de los que ya dispone.

También debería ampliar la operatividad y efectivos de la patrulla canina para que pueda estar disponible en toda la región, y dedicar mayores esfuerzos al trabajo en las zonas oseras o con otras especies en peligro amenazadas por el veneno, como el alimoche o el quebrantahuesos.