"Son 170 familias que se van a la calle y ellos parece que se lo toman como un juego", critica el Comité de Empresa
GIJÓN/OVIEDO, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La multinacional japonesa Suzuki ha abandonado este lunes la reunión en el Sasec (Servicio de Arbitraje de Soluciones Extrajudiciales de Conflicto) tras la negativa del Comité de Empresa de pedir disculpas por la manifestación del pasado sábado hasta la casa del director de la planta gijonesa y de firmar por escrito que no volverían a hacer más movilizaciones ni huelgas, "sin límites de tiempos ni condición alguna".
Estos últimos requisitos eran condicionantes para que la compañía presentara la nueva propuesta que había prometido traer en este día. Así lo han confirmado a Europa Press desde el Comité de Empresa, el cual ha lamentado que la empresa quisiera seguir imponiendo sus reglas del juego. "Son 170 familias que se van a la calle y ellos parece que se lo toman como un juego", ha recriminado, antes de expresar que tal parece que simplemente quieran ganar tiempo para garantizar la producción de stock antes del cierre de la factoría.
Asimismo, han explicado que los representantes de la compañía se escudaron en la movilización de este sábado para dar por roto el acuerdo alcanzado con el Comité el pasado viernes, es decir, que se suspendían las jornadas de paros convocadas bajo la promesa de que este lunes les harían llegar una propuesta. Según los sindicatos, la manifestación del sábado no tendría que ver con ese acuerdo, ya que el pacto estaba relacionado con los paros durante la semana, para evitar así paralizar o retrasar la producción.
Independientemente de la acontecido en este día, el Comité de Empresa acudirá a la reunión prevista, ya con anterioridad, en el Sasec este martes, dispuestos a escuchar una nueva propuesta de la multinacional si es que quiere darla.
Previamente a la reunión, mantendrán un encuentro con los trabajadores para decidir qué hacer con las movilizaciones o si se convocan unas nuevas. "La gente ve que se están riendo de nosotros", ha comentado el Comité respecto a la sensación que tiene la plantilla de todo este asunto. De hecho, algunos piensan ya que si la multinacional rompió el acuerdo, los trabajadores tienen toda la legitimidad de hacer lo mismo por la parte que les toca. Una ruptura, la de la compañía, que el Comité achaca a "un capricho".
Hasta conocer la oferta que pudiera presentar este martes la multinacional, la última conocida ofrecía 33 días por año trabajado y 6.000 euros de indemnización para cada uno, algo que se aleja de los 60 días por año trabajado y 30.000 euros para cada uno que pide el Comité para la plantilla, incluidos el personal de ventas que continuará en la compañía al cierre de la planta gijonesa por si la empresa decide finalmente su despido.
Con estas cuantías se quiere compensar lo perdido estos años durante las sucesivas regulaciones de empleo, por las que la mayor parte de los trabajadores ya habría agotado prácticamente las prestaciones, así como el abono a Hacienda por tener más de un pagador.
