OVIEDO, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El fiscal especial antidroga del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, José Perals, decretó busca y captura e ingreso en prisión para un enfermo mental que repartía droga y medicamentos a jóvenes al no presentarse el imputado al juicio que se celebraba hoy en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, según informó a Europa Press el ministerio público.
El acusado, según Perals, recibió la citación de la vista y recusó acudir por motivos desconocidos. Agentes de la policía han sido alertados para que el acusado sea detenido y llevado a prisión.
El fiscal pide para el mierense nueve años de prisión por tráfico de estupefacientes, aunque estaba dispuesto a aceptar que la pena de cárcel se sustituyese por la medida de seguridad de nueve años de internamiento en un centro para tratamiento médico ya que el acusado está diagnosticado de epilepsia, y psicosis orgánica de tipo esquizofrénico.
Según el escrito del Ministerio Fiscal, al procesado como consecuencia del tratamiento farmacológico sanitariamente prescrito para el control médico de las enfermedades mentales que padece le son suministradas las recetas correspondientes de la Seguridad Social para que le sea dispensado 'Trankimazín' en una proporción de 40 pastillas cada diez días.
Como consecuencia de ello, el procesado ofrecía gratuitamente durante el año 2002 dicha sustancia estupefaciente a distintos jóvenes y menores de edad, a quienes igualmente les ofrecía otras sustancias estupefacientes como cocaína y éxtasis previo pago, así como alcohol.
Así, continua el escrito de fiscalía, el procesado facilitó en distintas ocasiones a O. A. G. M., de 15 años, 'tranxilium', hachís, cocaína y éxtasis, "ofreciéndole igualmente grandes cantidades de pastillas de 'trankimazín' para su distribución".
Asimismo, continua el escrito fiscal, en junio de 2003, el acusado invitó a la pensión donde residía a O. A. y a M. F. P., también de 15 años, ofreciéndole a éste último cuatro 'trankimazines' para su consumo y una cantidad indeterminada para su venta.
El 5 de septiembre de 2002 estando el acusado con tres menores de edad, les mostró un preservativo lleno de una sustancia blanca --cuya naturaleza no pudo ser determinada-- incitando a los menores a venderla, a lo que ellos se negaron pensando que se trataba de droga.
