19 osas pardas criaron 37 oseznos en la Cordillera Cantábrica en 2008, lo que refleja una tendencia alcista

Por zonas, las poblaciones occidentales se encuentran en una situación de reproducción más favorable que orientales

Europa Press Cantabria
Actualizado: martes, 21 julio 2009 15:22

VALLADOLID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un total de 19 osas pardas identificadas logró sacar adelante a 37 crías en la Cordillera Cantábrica durante 2008, de acuerdo con los datos del censo de osas con cría que realizan los gobiernos autonómicos de Asturias, Cantabria y Castilla y León conjuntamente con la Fundación Oso Pardo.

Los datos del censo, presentado hoy en Valladolid, reflejan una tendencia al alza en el número de reproducciones de estos ejemplares desde mediados de los noventa, cuando esta especie se encontraba en un momento "crítico", según afirmó el director general de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz.

Sin embargo, Arranz reconoció que la zona oriental de la cordillera donde se realiza el censo, entre las provincia de Palencia y la Comunidad cántabra, presenta unos números "más preocupantes", debidos en gran parte a los peores datos de población de osos con los que partieron en el seguimiento de esta especie.

En concreto, las zonas analizadas son la denominada 'occidental', que se sitúa en los límites de Asturias, León y Lugo, y la 'oriental', entre Cantabria y Palencia.

En 2008 se confirmó la cría de 34 oseznos por parte de 17 osas en la zona occidental, mientras que en la oriental sólo dos osas lograron sacar adelante a un total de tres crías. Por ello, el representante de la Junta se mostró "preocupado" con la situación de la franja oriental, aunque afirmó que en líneas generales el resultado invita a un "moderado optimismo".

El promedio de crías por hembra en el occidente de la cordillera ha pasado, según datos del censo, de 1,8 en el periodo 1989-2004 a 2 entre 2005 y 2008, mientras que en la región oriental se desplazó de entre 1,5 y 1,6, a 1,73 crías por hembra, por lo que los organizadores del censo afirmaron que el trabajo de colaboración entre los diferentes gobiernos autonómicos y la Fundación Oso Pardo está "dando sus frutos".

COLABORACIÓN ENTRE AUTONOMÍAS

Al acto de presentación del censo acudieron, junto a José Ángel Arranz, el jefe del Servicio de Vida Silvestre del Principado de Asturias, Juan Carlos del Campo; la directora general de Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, María Eugenia Calvo; y el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero.

Esta presentación conjunta se realizó por vez primera en Asturias en 2008 y el año próximo tendrá lugar en Cantabria, aunque la colaboración entre estas administraciones se desarrolla desde 1989.

A pesar de que los datos ofrecidos muestran un ligero descenso en el número de reproducciones en la zona occidental, los representantes de las comunidades autónomas y de la Fundación coincidieron en que esto puede deberse a factores coyunturales como la alimentación en otoño y además puede haber nacimientos que aún no se hayan contabilizado, por lo que las cifras "no son preocupantes" ya que lo que importa es "la tendencia al alza" en el número de nacimientos.

Asimismo se destacó que la sociedad de estas zonas montañosas se ha concienciado de la importancia del oso pardo, por lo que ya no son perseguidos como antes, aunque se reconoció que aún existen lazos de acero en los bosques cantábricos, aunque su colocación se debe más a la presencia de jabalíes que dañan los cultivos que a los osos.

Los representantes de los ejecutivos regionales señalaron que para realizar este seguimiento es necesaria la coordinación entre las administraciones dado que los animales "no entienden de límites jurisdiccionales".

MÉTODOS DE SEGUIMIENTO

En este sentido Arranz explicó que uno de los métodos para seguir a estos grupos es la filmación y la toma de fotografías que permitan obtener algún signo identificativo que permita distinguir a ese grupo del resto y no sea contabilizado de nuevo, para lo que se observa el número de miembros de la familia o algún rasgo físico destacable de los ejemplares.

Uno de los objetivos perseguidos es conseguir la conexión de los miembros de las poblaciones occidental y oriental, algo que se ha producido con ejemplares machos, pero que es más difícil con las hembras por su actitud "más sedentaria".

Las conclusiones de este censo, según sus realizadores, son que la especie sigue en peligro, que la percepción social del oso ha cambiado positivamente en la zona cantábrica y que las medidas puestas en marcha han demostrado su eficacia, por lo que se debe continuar en esta línea.

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