SANTANDER, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cantabria es una de las tres comunidades autónomas cuyos habitantes consumen una mayor cantidad de leche líquida, según un informe elaborado por Mercasa, y recogido por Europa Press.
Según dicho estudio, los españoles consumen una media de 98,1 litros de leche líquida por persona y año. De esta cantidad, 96,5 litros son de leche envasada, mientras que los 1,6 litros restantes constituyen la cantidad consumida de otros tipos de leches.
Por tipos, los principales consumos son los de leche entera (43,1 litros per cápita), seguidos por los de leche semidesnatada (32,2 litros) y leche desnatada (21,2 litros).
Un 84,5% de la leche líquida consumida por los españoles va destinada a los hogares, mientras que los establecimientos de hostelería y restauración acaparan un 13,4% de los consumos. El restante 2,1% corresponde a los consumos institucionales.
Las comunidades de Castilla y León, La Rioja y Cantabria son las que acogen los habitantes que consumen una mayor cantidad de leche líquida. En el extremo opuesto se sitúan los habitantes de las islas Baleares, los andaluces y los valencianos.
El consumo de leche líquida es mayor en los pequeños municipios rurales y en los grandes centros urbanos, y se reduce en el resto de núcleos de población, sobre todo en los de 10.000 a 100.000 habitantes.
Los hogares sin niños y las personas que viven solas son los grandes consumidores de leche. Así, una persona que vive sola bebe unos 50 litros más de leche al año que otra que reside en un hogar con 5 miembros o más. Las amas de casa mayores de 65 años adquieren 45 litros más de leche que las menores de 35 años, y las amas de casa que no trabajan fuera del hogar se muestran más aficionadas a este producto que las que sí trabajan.
En lo que se refiere a la estructura del núcleo familiar, los jubilados, los adultos independientes y las parejas adultas sin hijos muestran una mayor preferencia a la hora de incluir leche líquida en su cesta de la compra, mientras que los consumos son mucho más reducidos entre las parejas con hijos pequeños y las parejas jóvenes sin hijos.
