SANTANDER, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha recopilado en un libro los distintos estudios de marcado y recaptura de especies marinas que desarrolla esta entidad. La obra, de la que se han editado 2.000 ejemplares, servirá para divulgar estas labores de investigación, y constituye, además, una herramienta en materia de gestión y racionalización pesquera.
El trabajo, denominado 'Estudios de marcado y recaptura de especies marinas', ha sido realizado por 34 investigadores que han contado con la colaboración del sector pesquero. Fue presentado hoy, en rueda de prensa, por la coordinadora del mismo, Cristina Rodríguez-Cabello, investigadora del centro de Santander del IEO.
En total, el libro recopila estudios de marcado realizados en 22 especies diferentes, entre las que destacan el pulpo, la langosta, la sardina, la caballa, el atún (rojo y blanco), el pez espada, el besugo, la merluza, el rape, el rodaballo o la tortuga boba.
Rodríguez-Cabello, que subrayó la colaboración entre investigadores y científicos y miembros del sector pesquero, explicó que el libro consta de varias partes.
Así, tras una introducción sobre la historia de los estudios de marcado y el fin de esta técnica, se dan a conocer los tipos de marcas que existen, cómo se llevan a cabo, las especies que marca el IEO, datos sobre campañas de marcado ya realizadas, y, por último, recomendaciones para cuando se encuentra un ejemplar marcado.
Tras reconocer que las técnicas de marcado son muy costosas, la investigadora del centro de Santander del IEO señaló que el marcado de especies sirve, entre otras cosas, para determinar los límites o la migración de una población, conocer el tamaño y talla de los ejemplares, estudiar su mortalidad y tasas de supervivencia de una especie, las relaciones con el hábitat, comportamientos y movimientos, las profundidades a las que llega un determinado pez o el tiempo que pasa hasta que sube a la superficie del mar.
De igual modo, se han llevado a cabo estudios sobre planificación y gestión de áreas marinas, políticas de conservación, seguimiento y repoblación de especies.
Acompañada por el director del IEO, Enrique Tortosa; el del centro oceanográfico de Santander, Pablo Abaunza; el director general de Pesca del Gobierno de Cantabria, Fernando Torrontegui; María José González, en representación de Cepesca (Confederación Española de Pesca), y el presidente de la Federación de Cofradías del Cantábrico, Manuel Vinatea, Rodríguez-Cabello explicó, a modo de ejemplo y en relación a la migración de las especies, que gracias a los estudios de marcado se sabe que la zona de puesta del bonito se ubica en el Golfo de México, y que la especie emigra durante los meses de primavera y verano hasta aguas del Golfo de Vizcaya y del Norte del Cantábrico.
Asimismo, detalló, en relación a la caballa, que si bien se pensaba en un principio que había tres stocks de esta especie (en las inmediaciones del Mar del Norte, de Irlanda y desde la costa de Portugal a Vizcaya) se ha podido determinar que, en realidad, se trata de una misma población que emigra del Sur hacia el Norte.
MARCAS
La investigadora y coordinadora del libro señaló que existen dos tipos de marcas: las convencionales y las electrónicas. Dentro de las primeras, se incluyen las externas (discos de Peterson, marcas de dardo --que son las que más se utilizan--, marcas 'espaguethi', rototags, marca Lea, marca Streamer, ...) y las internas, que se suelen introducir en la cavidad abdominal del pez (placas de acero, cable de acero codificado, implantes, y marcas con sustancias químicas, entre otras).
Por lo que se refiere a las marcas electrónicas, Rodríguez-Cabello diferenció entre las que transponen datos y las que los transmiten, a través de pulsos y códigos. En este ámbito, apuntó que las marcas que almacenan datos son las más costosas y que se emplean, entre otras causas, para conocer los desplazamientos de una especie. Dentro de ellas, se han desarrollado unos tipos de marcas que se pueden programar para ser liberadas del pez y transmitir y recoger los datos vía satélite.
Por último, el libro presentado hoy ofrece una serie de recomendaciones e instrucciones a seguir en el supuesto de recuperar un ejemplar marcado. Así, la investigadora del centro de Santander explicó que no se debe quitar la marca y que hay que anotar todos los datos posibles (fecha, situación de la especie, ...), así como avisar al centro oceanográfico más cercano. Recordó que cuando se recuperan especies marcadas existe una gratificación.
IEO
El Instituto Español de Oceanografía (IEO) es un organismo público de investigación dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino.
El IEO representa a España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con una plantilla aproximada de 600 personas y su presupuesto supera los 60 millones de euros.
Tiene nueve centros oceanográficos costeros, una estación de biología pesquera, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, doce estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta por seis buques oceanográficos, entre los que destaca el Cornide de Saavedra, de 68 metros de eslora.
En la actualidad están en construcción dos nuevos buques de 46 metros de eslora y en proyecto un tercero de 90 metros de eslora.