SUANCES, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El delegado territorial en Cantabria de SEO/BirdLife, Felipe González, ha afirmado este miércoles que el voluntariado ambiental en Cantabria ha dado "un salto de gigante", situando a la región a la cabeza a nivel estatal en cuanto a movilización de personas que "dedican parte de su tiempo" a realizar actividades de conservación del medio ambiente.
Felipe González codirige, junto al director del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), Leandro Morante, el seminario 'Voluntariado ambiental: participación de la sociedad en la conservación del patrimonio natural y la implementación de políticas ambientales' que ha comenzado hoy miércoles en la sede de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) de El Torco, en Suances.
Tanto González como Morante pusieron en valor los "10.000 voluntarios" con los que cuenta el plan de voluntariado ambiental Provoca, puesto en marcha por el Gobierno de Cantabria en el año 2012, entonces con una única asociación, quince actuaciones y 250 voluntarios en ese año, y que, en 2015, desarrollará más de 250 actividades en colaboración con más de 30 colectivos ecologistas y conservacionistas.
En este sentido, el director del CIMA destacó que la situación del voluntariado ambiental en Cantabria es "muy buena" porque "se han juntado las dos partes importantes e implicadas", la administración regional a través del plan Provoca y las diferentes asociaciones que realizan actividades de voluntariado en la región.
En su opinión, este plan es "de y para la sociedad", en el que la administración no sugiere ninguna actividad, sino que son los colectivos conservacionistas los que las proponen, dando lugar a una serie de actuaciones que, a su juicio, van a lograr que, cada vez más, la sociedad esté "mucho más sensibilizada" con la conservación de la naturaleza.
Además, González resaltó que el reto ahora es conseguir mantener el flujo de voluntarios que ha conseguido el plan Provoca, del que consideró ha puesto "un punto de no retorno" hacia lo que, bajo su criterio, debería dirigirse en general la sociedad española, es decir, a conseguir movilizar voluntarios que colaboren en la preservación del medio ambiente.
Para ello, indicó que el CIMA, junto a las asociaciones conservacionistas, ya trabajan para realizar campañas de captación de voluntarios, y destacó que el voluntariado ha dejado de ser "una muestra testimonial de fin semana para convertirse en un movimiento con capacidad de cambiar las cosas", además de "una muestra de sensibilidad" que hay en Cantabria hacia el medio ambiente y su preservación.
Para el delegado territorial de SEO/BirdLife, Provoca tiene parte de su éxito en que el trabajo lo realizan las asociaciones, programando las actividades, junto al papel "fundamental" de la Administración de dar cobertura y apoyo económico para su desarrollo.
"El voluntariado ambiental es la diferencia entre una sociedad que se muestra pasiva y una que se muestra activa", afirmó, al tiempo que aseguró que "no sólo tiene beneficios para el medio ambiente, sino también sobre las personas".
Y, en este sentido, puso como ejemplo estudios que señalan beneficios sobre la salud de los voluntarios y su estado emocional: ayuda a desarrollar nuevas habilidades como el trabajo en equipo o el uso de herramientas, y a crear comunidad, "a lo que se llama el empoderamiento de la sociedad", dado que "la gente aprende, toma conciencia y participa, haciendo de nosotros una sociedad mucho menos pasiva y mucho más activa".
La primera jornada del seminario sobre voluntariado ambiental en El Torco contó con la participación del profesor de la Universidad Rey Juan Carlos I, Pablo Benlloch, que es también uno de los asesores de la nueva Ley de Voluntariado que, previsiblemente, será aprobada el próximo mes de agosto.
Benlloch se refirió en su ponencia a los aspectos legales del voluntariado, en la que destacó la importancia de "hacer un poco de pedagogía" y dar a conocer esta nueva normativa "para que la gente la asuma como propia" y explicar, por ejemplo, qué labores se consideran como voluntariado y cuáles no.
Este profesor destacó que, fundamentalmente, lo que se ha querido hacer es una ley "abierta" y "aplicable", ya que la anterior, la de 1996, era "buena" pero "no dio problemas porque no se aplicó".