SANTANDER, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín, ha inaugurado este jueves la depuradora de Cara, en Valdáliga, con la que se atenderá la demanda surgida tras el crecimiento de este barrio, en el que se han restaurado muchas viviendas que requieren un tratamiento individualizado de aguas residuales.
Junto con esta actuación, Medio Ambiente ha finalizado las obras de abastecimiento en el barrio de Casas Nuevas y las mejoras del saneamiento en Larteme, Santa Ana y Cara, lo que ha supuesto una inversión de 360.548 euros, una de las cifras "más elevadas" del Plan de Obras y Servicios.
Tras resaltar la dificultad de los trabajos realizados, Martín se ha mostrado satisfecho en el sentido de que este tipo de actuaciones en núcleos pequeños de población supone "un esfuerzo de igualdad", para que no haya "ciudadanos de primera" con grandes servicios y "ciudadanos de segunda", que carecen de tales infraestructuras por su ubicación en las zonas rurales.
Martín ha estado acompañado del alcalde de Valdáliga, Lorenzo Manuel González, y por la directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua, Ana Isabel Ramos.
El consejero ha señalado que el mantenimiento de la depuradora será "mínimo", por lo que no acarreará cargas energéticas al municipio. Ha recordado que tanto la Consejería como el Ayuntamiento de Valdáliga se centrarán ahora en el saneamiento de Roiz, donde ya se ha ejecutado la primera fase.
Además, ha aprovechado para felicitar al alcalde por su actuación en las recientes inundaciones en el municipio, y se ha referido a él como un "héroe regional".
Por su parte, la directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua ha felicitado a las empresas constructoras, --Asturviesca y Piñeira--, por el esfuerzo realizado para finalizar esta obra, que fue abandonada por los anteriores contratistas debido a las complicaciones surgidas por las características del terreno.
LA NUEVA DEPURADORA
La nueva EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) está ubicada en una zona alejada del núcleo, pero con acceso para facilitar su mantenimiento.
Es de hormigón armado y recibirá las aguas residuales de las viviendas existentes para someterlas a un tratamiento de depuración. Para su construcción se ha excavado unos 4.561 metros cúbicos en tierra y 1.273 metros cúbicos en roca. Desde la EDAR también se ha construido un emisario que conduce el agua tratada hasta el punto de vertido.
La Dirección General de Obras Hidráulicas y Ciclo integral del Agua ha ejecutado, además, 3.200 metros de colectores para conducir las aguas residuales de las viviendas afectadas hasta la EDAR, que ha quedado delimitada con una malla rígida de 2 metros de altura, evitando el peligro que supone el acceso de personas ajenas al mantenimiento.
Las obras también han supuesto la eliminación del bombeo de Cara-Santa Ana, de 50 metros de desnivel, que tenía un elevado coste de mantenimiento.