SANTANDER, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El hasta ahora presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), Jorge Marquínez, ha sido nombrado por el Consejo de Ministros presidente de la nueva Confederación Hidrográfica del Cantábrico, un organismo segregado de la CHN.
Nacido el 7 de agosto de 1952, Marquínez es doctor en Geología por la Universidad de Oviedo, en la que trabajó como profesor ayudante, profesor colaborador y profesor titular de Universidad, y fue director del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio.
En 1993 fue nombrado director general de Recursos Naturales del Gobierno del Principado de Asturias y, posteriormente, retornó al Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio de la Universidad de Oviedo, donde trabaja actualmente. Desde mayo de 2004 era presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte.
La creación de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico fue acordada por un Real Decreto de finales de febrero de este año, por el que se modificó la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN) y se dividió en la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y en la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. En la Junta de Gobierno de esta última confederación, Cantabria cuenta con tres representantes.
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico mantiene la estructura orgánica, órganos de gobierno, administración y cooperación y las funciones de la actual Confederación Hidrográfica del Norte, con las adaptaciones que resulten necesarias derivadas de su nuevo ámbito territorial.
La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico está integrada por Comunidades Autónomas (cuatro representantes de Asturias, tres representantes de Cantabria, dos representantes del País Vasco, un representante de Galicia, un representante de Navarra y un representante de Castilla y León) y Usuarios (cuatro representantes de abastecimiento a las poblaciones, un representante de regadíos, cuatro representantes de usos energéticos y tres representantes de otros usos).
Durante una visita realizada a Santander el pasado mes de abril para presentar un libro sobre la CHN, Marquínez destacó que la segregación de este organismo en dos, las Confederaciones Hidrográficas del Miño-Sil y del Cantábrico era "oportuna" ya que esta división permitirá una gestión del agua "más solvente y avanzada" y da paso a una "etapa nueva" de gestión "más fructífera y eficiente".
Al respecto, explicó, que las cuencas del Miño y el Cantábrico son "muy distintas". Así, mientras en la vertiente gallega se destina más del 70 por ciento del agua a consumo agrícola, este uso es "despreciable" en la cuenca cántabra que dedica casi la mitad de sus caudales a actividades y usos industriales.
