SANTANDER 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La empresa pública MARE ha comenzado las obras que llevarán a independizar el depósito de residuos del vertedero de Meruelo y la gestión de los lixiviados generados.
La actuación se enmarca en el cumplimiento del Real Decreto de 2001 por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertederos, y por el que el vertedero de residuos no peligrosos de Meruelo necesita acometer obras de impermeabilización.
Según informó la Consejería de Medio Ambiente, estos trabajos que se adjudicaron a Siec por 6, 6 millones de euros comenzaron en junio y tienen un plazo de ejecución de 18 meses.
Meruelo, en explotación desde 1989, se clasifica como un vertedero de residuos no peligrosos, fundamentalmente urbanos o asimilables a urbanos, por orgánicos.
El 2 de julio de 2008 se le otorgó la Autorización Ambiental Integrada y Evaluación de Impacto Ambiental al proyecto, condicionada al cumplimiento de las características técnicas de la instalación, las medidas de prevención y control de la contaminación, medidas correctoras de impacto y plan de vigilancia reflejados en el proyecto básico, en el Estudio de Impacto Ambiental y en el proyecto de adecuación del citado real decreto.
Aunque el funcionamiento actual del vertedero se adecua en gran medida a lo establecido en la resolución de Autorización Ambiental, es necesario realizar obras de impermeabilización y para ello se redactó un proyecto constructivo que estableció el coste de la actuación en 8.759.364 euros.
Para adecuarse al real decreto, MARE ha decidido separar conceptualmente la gestión, control, drenajes, etcétera de la nueva situación adaptada al marco citado, de forma que se tratará como si fuera un nuevo vertedero. Así, una vez adoptadas las medidas para el cumplimiento de la adecuación al real decreto, se independiza tanto el depósito de los residuos como la gestión de los lixiviados generados.
Con el fin de incrementar el margen de seguridad del diseño, aunque se incrementa de "manera importante" el coste de la actuación, el proyecto incorpora una doble capa de impermeabilización del vaso, de forma que una de las capas actúe como seguridad de la otra a la vez que de control del buen funcionamiento de la misma. De esta forma se recogerán las posibles pérdidas así como aquellos otros drenajes que pudieran producirse procedentes de los contactos con las laderas.