SANTANDER, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente cofinancia la instalación de surtidores de gas licuado de petróleo (GLP) y de solución acuosa de urea en diez estaciones de servicio de Cantabria.
La resolución definitiva de esta convocatoria de ayudas, publicada este lunes en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), asigna 37.500 euros en la anualidad 2010, dentro de una iniciativa de mayor alcance adscrita a la Estrategia de Acción Contra el Cambio Climático de Cantabria (EACC).
En palabras del titular de Medio Ambiente, Francisco Martín, el objetivo de esta línea de actuación de su departamento es "promover entre las empresas del sector del transporte por carretera y los particulares el paso del gasóleo y la gasolina convencionales a los combustibles alternativos con menor impacto ambiental".
Así, la Consejería "da respuesta, a su vez, al compromiso adquirido el pasado mes de marzo con la Asociación Regional de Empresarios de Estaciones de Servicio de apoyar la creación de una red de surtidores de estas características".
Las empresas beneficiadas deberán acometer la instalación de los surtidores de gas licuado de petróleo (GLP) o solución acuosa de urea entre el 1 de enero de 2010 y el 30 de junio de 2012. Desde la fecha de su entrada en funcionamiento, habrán de mantenerse activos por un periodo mínimo de cuatro años.
Según señala el Gobierno en nota de prensa, estas ayudas se enmarcan en la línea de trabajo establecida por la Consejería de Medio Ambiente a través de la Estrategia de Acción contra el Cambio Climático, que entre otros ámbitos, fomenta la movilidad sostenible en Cantabria, con iniciativas como las ayudas para la adquisición de nuevos vehículos alimentados por gas natural o gas licuado destinados al servicio de auto-taxi, el fomento del uso del transporte colectivo y de los medios de tracción eléctrica, o la creación de carriles bici y sendas 'ciclables'.
CALIDAD DEL AIRE Y CAMBIO CLIMÁTICO
Con la utilización de GLP se reducen las emisiones de partículas y óxidos de nitrógeno (NOx) en más de un 85 por ciento, disminuyen las emisiones de CO2 (principal gas de efecto invernadero) y se generan menores niveles de emisión sonora y vibraciones que con los motores diesel convencionales.
Por su parte, la inyección de solución acuosa de urea al 32,5 por ciento es imprescindible para el funcionamiento de los sistemas catalíticos (SCR) que incorporan los vehículos pesados, a fin de cumplir con la normativa comunitaria de emisión de contaminantes. Esta sustancia permite que el catalizador convierta los óxidos de nitrógeno en una mezcla de nitrógeno y vapor de agua con la consiguiente mejora de la calidad del aire.
Hasta la fecha, la solución acuosa de urea 32,5 por ciento sólo es accesible para las empresas del sector mediante la compra de bidones, lo que dificulta y encarece su uso, hándicap que el departamento presidido por Francisco Martín, pretende contribuir a eliminar.
No obstante, el apoyo a la sustitución del gasóleo y la gasolina por otros combustibles alternativos, como el gas licuado, no sólo se justifica por la necesidad de reducir el impacto de las emisiones de los vehículos de motor sobre el medio, sino también por otros factores.
Entre esos factores, destaca la conveniencia de incrementar la seguridad del abastecimiento energético o el ahorro económico, calculado entre 15 y 25 euros por cada 1.000 kilómetros recorridos, a los que se une la mayor duración y menores costes de mantenimiento de los vehículos adaptados a su uso.