SANTANDER 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Javier Fernández, ha inaugurado este viernes, junto al alcalde de Ribamontán al Monte, José Luis Blanco, la primera fase del saneamiento y depuración de la localidad de Omoño.
Hasta la ejecución de esta nueva infraestructura, financiada por el Gobierno de Cantabria, eran los vecinos los encargados de resolver dicha situación de manera independiente en sus propias viviendas al no existir una red pública en la zona.
La obra, incluida en el Plan de Obras y Servicios (POS) del Gobierno de Cantabria, ha supuesto una inversión de 245.000 euros, lo que supone una baja del 12,5% respecto del presupuesto de licitación, ha informado el Ejecutivo en un comunicado.
Fernández ha destacado la importancia de este tipo de obras, ya que "da servicio a prácticamente todo el pueblo de Omoño, son muy útiles para los vecinos y mejoran la calidad de las aguas del río", y ha mostrado su intención de continuar realizando estas infraestructuras a través del Plan de Abastecimiento y Saneamiento puesto que "son socialmente muy importantes".
Por su parte, el alcalde ha manifestado que esta obra "significa depurar casi el 80% de las viviendas de Omoño, y para un pueblo de cerca de 250 habitantes una inversión de este tipo es muy importante". Asimismo, ha agradecido el apoyo del Gobierno a los municipios pequeños, sin el cual este tipo de infraestructuras no podrían llevarse a cabo.
Con esta intervención, las aguas negras irán a parar directamente la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), ubicada en la margen izquierda del río Pontones, a través del nuevo conector general de 620 metros de longitud. Además, en esta misma obra, han sido incorporados los colectores secundarios de los barrios Pumarejo y Nozaleda.
El primero transcurre junto a la carretera CA-455 hasta el centro de tratamiento a lo largo de 172 metros, mientras que el de Pumarejo (112m) lo hace a lo por un camino vecinal.
CARACTERÍSTICAS DE LA NUEVA EDAR
La estación depuradora, que ha supuesto cerca de la mitad de la inversión total de la obra, trabaja en cuatro fases para el saneamiento de las aguas. En primer lugar se produce un pretratamiento para la eliminación de sólidos, arena, grasas y otro tipo de sustancias sólidas. Posteriormente, se eliminan los sólidos en suspensión y la DB05, antes de pasar las aguas a otro depósito para un tratamiento secundario. Por último, y antes de ser expulsada al río Pontones a través de un emisario, son sometidas a un proceso de análisis.
Por su caudal medio, de 2,08 litros por segundo, está ideada para dar cobertura a una población de 250 habitantes. Cuenta con unas dimensiones de 9,5 metros de largo, 6,2 de ancho y un profundidad de 4,80 con muros de 1 metro sobre la línea de suelo. Con ello se reduce el riesgo de caída de personas o animales en el interior y se evita la entrada del agua de escorrentía procedente de la lluvia.