SANTANDER, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno cierra el 2010 con cerca de 500.000 visitantes, unos 30.000 menos que el año pasado. Este descenso, próximo al 8%, se debe fundamentalmente a la crisis económica y, también, al mal tiempo que ha coincidido con alguno de los periodos de más afluencia de turistas al recinto.
Estos datos aproximados, ya que aún no están listos los definitivos del ejercicio que ahora termina, han sido adelantados a Europa Press por el director de Cabárceno, Miguel Otí, que ha señalado que la coyuntura económica "ha influido muchísimo" en el número de visitantes.
En declaraciones a esta agencia, ha indicado que, al igual que años anteriores, las vacaciones de Semana Santa y el mes de agosto han vuelto a ser los periodos de más afluencia de turistas, seguido de julio y septiembre, junio, y los distintos 'puentes' que se han sucedido a lo largo del año.
En este último caso, el número de visitantes ha "dependido mucho" de las condiciones climatológicas. Así, por ejemplo, el puente de la Constitución y la Inmaculada ha sido "muy flojo" con respecto a otros.
Asimismo, en Navidad, que coincide con vacaciones en los colegios, hay afluencia destacada "en días muy puntuales", cuando el tiempo es "medianamente bueno" y, sobre todo, no llueve.
Y es que, como subraya Otí, con precipitaciones la gente "se desanima" a venir a Cabárceno, ya que no resulta "cómodo" visitar el Parque con lluvia.
EL TIEMPO TAMBIÉN INFLUYE EN LOS ANIMALES
Además de en los turistas, el mal tiempo también influye sobre los animales. Con la llegada del frío, muchos de ellos se cobijan en sus refugios por lo que "es complicado verlos".
Es el caso del oso, que durante los meses de otoño e invierno hiberna en cuevas naturales del recinto por lo que se ven "muchísimo menos" que en primavera o verano.
El "contrapunto" a esta especie está en las jirafas, gorilas o reptiles que precisan cuidados "especiales" y tienen, por tanto, sus propios recintos y casetas con calefacción, por lo que "no pasan frío nunca".
Otros, como los bisontes, antílopes o especies de fauna ibérica no necesitan "cuidados tan extremos". También están los leones, tigres y demás felinos, que se adaptan "muy bien" al clima de Cantabria. Los elefantes "más o menos" también se aclimatan al tiempo de la región, ya que no hay temperaturas extremas y, durante las noches, cuando más baja el mercurio de los termómetros, permanecen en lugares cerrados.
LAS GRANDES ESTRELLAS DEL PARQUE
En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno hay "cuatro o cinco grandes estrellas": osos, elefantes, gorilas, jirafas y felinos, que son los que más atraen y llaman la atención a los visitantes. A este respecto, Otí precisa que hay "diversidad de opiniones" ya que depende de los "gustos" de cada uno.
El tiempo que los turistas pasan en las diferentes áreas depende de la actitud que tengan los animales en ese momento, si están cerca o lejos de la valla o están haciendo algo "especial".
En cualquier caso, el recinto es un circuito diseñado para ir viendo, a medida que se avanza por él, las diferentes especies que hay: más de un centenar, que suman cerca de 900 ejemplares. En total, entre cuidadores, veterinarios y personal de cafetería, en el Parque trabajan entre 160 y 180 empleados.
La extensión del Parque es de 760 hectáreas, una superficie que algunos ayuntamientos cántabros "no tienen". Además de por su extensión y algunas de las especies que alberga, Cabárceno se diferencia de otros zoos por el recinto en sí. "Cabárceno es bonito aún sin animales", concluye su director.