SANTANDER, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Cerca de la mitad de los cántabros ha padecido piojos alguna vez, según datos de la Encuesta Filvit sobre Pediculosis, elaborada por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y el Centro de Información de la Pediculosis, lo que indica que los cántabros sufren "más" los piojos que el resto de los españoles.
Tal y como indica esta encuesta, alrededor del 20 por ciento de los entrevistados afirmaron que se sentirían avergonzados si sus hijos tuvieran piojos y seis de cada diez considera que la suciedad en el pelo aumenta el riesgo al contagio.
Sin embargo, los expertos insisten en que los piojos "no se propagan con la suciedad ni están relacionados con el nivel socioeconómico, incluso prefieren el pelo limpio", ha asegurado el pediatra y miembro de SEPEAP Juan Carlos Santos, que ejerce en un centro de salud de Cantabria.
Cerca de 50.000 niños han empezado ya las clases en Cantabria en los niveles de infantil y primaria, cursos en los que estudian los niños con "las edades más susceptibles de infestación" debido a los hábitos de juego.
"La vuelta a clase supone una época crítica para el contagio, en la que se hace especialmente necesaria la protección, ya que muchos niños vuelven con piojos de vacaciones y el contacto frecuente entre cabezas hace propicia la infestación", ha señalado Santos.
Además, la encuesta pone de manifiesto otras falsas creencias en torno a la pediculosis, como el hecho de que seis de cada diez cántabros crean que se puede combatir los piojos cortándose el pelo, ya que según ha precisado uno de los pediatras de SEPEAP, ese método solo resulta eficaz si rasura la cabeza por completo, "un método que sería excesivo, ya que afectaría a la autoestima y contribuiría a estigmatizar al niño".
Cuando se detecta un caso, "hay que tratarlo con champús y lociones pediculicidas y la ropa que ha estado en contacto con la persona afectada debe lavarse a más de 60 grados. Los niños y mayores del entorno deben aplicarse un producto protector de dispensación farmacéutica", ha añadido.
Los protectores actúan sobre el cuero cabelludo formando una película protectora. Cuando uno de estos parásitos detecta con sus antenas receptoras la presencia del protector éstas se saturan y no quieren habitar en ese cabello.
42% ACUDE AL VINAGRE
El 42 por ciento de los entrevistados confiesa que ha recurrido al vinagre para hacer frente a la invasión de piojos, "un remedio eficaz para desprender las liendres (huevos) pero no tanto para eliminar los piojos, y que es rechazado por los niños debido a su intenso olor", ha advertido una dermatóloga que colabora con SEPEAP.
Como ha recordado esta especialista, "existen productos en la farmacia para el tratamiento y la protección frente a la pediculosis con olor agradable para los niños, lo que influye en la adherencia y evita se convierta en un motivo más de estigmatización".
En ese sentido, la mitad de los entrevistados consideraron el olor como una característica importante a la hora de elegir un pediculicida o un protector contra los piojos.
Aunque agosto y septiembre es cuando más pediculicidas se dispensan en farmacia, sólo el 12 por ciento de los cántabros asegura acudir a la farmacia en busca de consejo o tratamiento en caso de pediculosis.
Más de nueve de cada diez padres afirma que avisarían al colegio en el caso de descubrir que sus hijos tienen piojos y ocho de cada diez tomarían medidas protectoras con el resto de la familia para evitar el contagio.
Sin embargo, tres de cada diez padres aseguran que dejarían de llevar a su hijo al colegio por unos días en caso de presencia de piojos, frente a los cuatro de cada diez que considera que no es necesario.