RECI/AYUNTAMIENTO SANTANDER
SANTANDER, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más del 90% de las ciudades que forman parte de la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) han utilizado sus canales para el intercambio de buenas prácticas y más del 65% han implantado soluciones desarrolladas por otro miembro de la Red, "lo que certifica la eficacia del trabajo que está llevando a cabo la RECI", según ha destacado su presidente y alcalde de Santander, Íñigo de la Serna.
De la Serna ha clausurado este jueves el II Congreso de Ciudades Inteligentes, que se ha celebrado en el recinto de IFEMA, en Madrid, en el que se ha presentado un estudio que analiza el impacto de la RECI y su influencia en la concepción y configuración de las "Smart cities" dentro del marco de las 75 ciudades que participan en esta iniciativa.
La encuesta realizada determina que, para el 82% de sus miembros, las actividades de la RECI han contribuido a la consecución satisfactoria de los objetivos previstos.
A la hora de cuantificar el nivel de ahorro, el 50% de los participantes en la encuesta monetiza el impacto; y más del 6% de ellos estima en más de 60.000 euros el ahorro que ha supuesto aprovechar las experiencias de otros miembros de la Red.
"El auge y el empuje que está experimentando la RECI se resume en una cifra: sus 75 miembros. Cada vez somos más y eso no tiene un valor meramente cuantitativo sino que, sobre todo, supone crecer cualitativamente, enriquecernos con nuevas aportaciones, con más experiencias de las que aprender y más ciudades hacia las que volver la vista, convencidos como estamos de que todos los miembros de la RECI tienen mucho que ofrecer al resto", ha remarcado De la Serna.
El informe destaca el papel de mediador que está desarrollando la red, favoreciendo la colaboración internacional con otros países, como Portugal, Francia, Italia y ciudades de Latinoamérica, Norteamérica y México.
Como resultado de esta intensa participación, se ha creado un importante flujo de conocimiento y buenas prácticas que influye en que otras ciudades españolas e internacionales sigan los pasos de las más avanzadas y se promociona a empresas españolas que desarrollan pequeños proyectos piloto innovadores y con muy buenos resultados.
Otro aspecto remarcable ha sido la colaboración de los miembros RECI junto con la Asociación Española de Estandarización y Normalización (AENOR) en la creación de 48 normativas que aseguran la interoperabilidad de las infraestructuras de ICT de la ciudad, para que se adecúen a un amplio rango de servicios.
Asimismo, RECI y AENOR han trabajado en la creación de normas que ayuden a las autoridades locales en la adquisición de las infraestructuras y los servicios que resulten más adecuados para cumplir los objetivos previamente marcados.
Destaca, sobre todo, la normativa en infraestructuras, que ha influido en la creación de la norma europea UNE178104, que regula la creación de un sistema de gestión integral de las infraestructuras en las Smart Cities.
"La RECI es un modelo exportable y a potenciar, debido al importante ahorro de costes y plazos a la hora de implantar soluciones previamente desarrolladas, las fuertes sinergias creadas entre los participantes de la red y el intercambio de buenas prácticas", determina el estudio.
Asimismo, se estima que este modelo puede constituir una vía para que también pequeñas y medianas ciudades, desarrollen proyectos de smart city en beneficio del aumento en la calidad de vida de sus ciudadanos.
"Este estudio demuestra el valor que representa trabajar en red, los beneficios que se consiguen, así como la contribución que se está haciendo desde la RECI al desarrollo económico de las ciudades y la transformación digital de la sociedad y la economía española", ha subrayado su presidente.
De la Serna ha apuntado que otra de las líneas de acción de la red ha sido la de servir como hilo conductor para el desarrollo del Plan Nacional de Ciudades Inteligentes, aprobado por el Gobierno de España, y que "va a suponer un grandísimo espaldarazo al avance del país en el ámbito de la innovación tecnológica".
"El conjunto de medidas que contiene son un gran acicate para que España impulse su sector tecnológico, aumentando la aportación de las TIC al PIB del sector industrial, al mismo tiempo que se potencia la eficiencia en la prestación de los servicios públicos en las ciudades", ha remarcado.