Desde su puesta en marcha han utilizado el servicio 9.242 viajeros
SANTANDER, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El aeropuerto de Santander atendió a lo largo de 2011 a 3.201 personas con movilidad reducida, un 25,8 por ciento más que en 2010 año, en el que requirieron el servicio 2.386 pasajeros.
Los meses con mayor demanda el año pasado fueron mayo, con 300 personas atendidas, junio (348), julio (429), agosto (382), septiembre (378) y octubre (322), han informado fuentes de AENA en un comunicado.
Desde su puesta en marcha en Parayas, el 26 de julio de 2008, han utilizado este servicio un total de 9.242 viajeros.
Según AENA, en las encuestas de satisfacción que se les hacen durante todo el año, los usuarios del servicio lo valoran "muy positivamente", dándole una nota de sobresaliente y destacando su alto de nivel de calidad.
AENA Aeropuertos ha dispuesto los recursos necesarios para hacer posible que en todos los aeropuertos españoles se preste un servicio "de calidad" que garantice que todas las personas puedan disfrutar del transporte aéreo entre cualquier punto de Europa, con independencia de la discapacidad o problema de movilidad que posea.
Gracias a este servicio el pasajero está acompañado durante su estancia en el aeropuerto por personal especializado (desde facturación hasta su asiento en el avión o en el desembarque).
El servicio incluye a todas las personas que puedan necesitar ayuda en un momento determinado, no solo las que tengan una discapacidad manifiesta, sino también a personas con edad avanzada o con facultades motrices mermadas.
El pasajero con movilidad reducida es recogido en el punto de encuentro en el aeropuerto de salida y recibe ayuda con su equipaje de mano, así como acompañamiento al mostrador de facturación, asistencia en los trámites necesarios para facturar así como en los controles de seguridad y en el embarque. Además se le acompaña al pasajero al asiento designado dentro de la aeronave.
En el aeropuerto de llegada, recibe ayuda con el equipaje, en el desplazamiento desde el asiento hasta la puerta del avión y desembarque y hacia la sala de equipajes, pasando los controles necesarios, y desde aquí, hasta un punto de encuentro en el aeropuerto de destino (si éste se encuentra en un Estado miembro de la Unión Europea).
En los tránsitos/conexiones también se presta la asistencia necesaria, incluyendo, si procede, maniobras de embarque, desembarque, traslados por la terminal, etcétera.
