Ecologistas denuncian obras del aparcamiento de Oyambre y piden que el ecosistema dunar del campo de golf sea público

EUROPA PRESS

SANTANDER 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

Grupos ecologistas han denunciado las obras que se están realizado en el entorno del aparcamiento del Parque Natural de Oyambre "sin respetar la legalidad", al tiempo que han pedido que el ecosistema dunar del Campo de Golf de Oyambre vuelva a ser público ante "las continuas infracciones de su concesionario".

En concreto, el representante de los grupos ecologistas y conservacionistas de Cantabria en el Patronato de Oyambre, Emilio Carrera, y Ecologistas en Acción Cantabria han vuelto a denunciar ante la Dirección del Parque Natural, la Consejería de Ganadería, la Demarcación de Costas, el SEPRONA y la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) las obras que se están realizando en el entorno del aparcamiento de Oyambre y la desembocadura del arroyo de Los Llaos.

Según ha manifestado Carrera este viernes en un comunicado de prensa, dichas obras se han hecho "sin respetar los procedimientos legales", sin convocar al Patronato, sin informar a sus miembros, sin la realización de los obligados estudios de impacto ambiental, y sin los informes preceptivos de la Confederación Hidrográfica y la Demarcación de Costas.

Por ello, los grupos ecologistas han pedido la "depuración concreta" de las responsabilidades de la Dirección del espacio protegido y los técnicos, funcionarios y representantes políticos implicados en las decisiones adoptadas.

Carrera ha asegurado que en esta ocasión se ha "aumentado el despliegue" e intervención de maquinaria pesada, incluidos volquetes, excavadoras y camiones de sondeo para la apertura de zanjas, movimientos de tierras, alteraciones del cauce, rellenos de zonas húmedas, depósitos de áridos y gravas.

Además se ha producido la "ruptura definitiva" de la continuidad del cordón de arenas entre el campo de dunas y la desembocadura del arroyo, "haciendo caso omiso" de la resolución del TSJC por la que, en fechas recientes, se reafirmaba en la suspensión de las obras de las llamadas variantes de Oyambre y Merón, pendientes de recurso ante el Tribunal Supremo, y se rechazaba, por tanto, cualquier intento de reiniciar las obras que ahora, sin embargo, se han puesto en marcha "en una política de hechos consumados con claros horizontes electoralistas", ha opinado el representante de los ecologistas.

Además, ha subrayado que los hechos "se agravan" por el "despilfarro" que encierra una actuación que "corre el riesgo" de verse afectada por la obligación de restituir el espacio afectado a su estado natural, tal como recoge la sentencia del TSJC, y por el "despilfarro" de invertir en bordes costeros con unos rellenos cuya "fragilidad, provisionalidad y precariedad" ya se deja sentir.

Y porque los depósitos de áridos y grava "constituyen una vía habitual de la propagación de plantas invasoras"; y porque las soluciones "más baratas, seguras y respetuosas" son, según los ecologistas, el retranqueo generalizado de las infraestructuras viarias, los asentamientos o las áreas de recepción, accesos o aparcamientos respecto a la actual línea de costa y los bordes fluviales para evitar el alcance de los altos coeficientes de marea o las intensas precipitaciones y desbordamientos.

Ecologistas en Acción Cantabria y el representante de los grupos ecologistas en el Patronato han incluido también en la denuncia el rechazo a la solicitud de concesión de terrenos de dominio público marítimo-terrestre necesarios para regularizar las obras del proyecto de canalizaciones subterráneas de agua y de suministro eléctrico realizadas en el Campo de Golf de Oyambre, al tiempo que también han pedido abrir un procedimiento para recuperar la titularidad pública del ecosistema dunar y su rehabilitación ambiental y paisajística ante "las continuas infracciones de su concesionario".

En este sentido, han afirmado que el concesionario ha realizado obras "sin permiso alguno", y se ha procedido a la instalación o reposición de vallados, la ruptura de la continuidad de las servidumbre de paso, la ocupación de terrenos públicos, la introducción de vegetación ajena a la natural del lugar, y el intento repetido de fijación de las dunas móviles.

Igualmente han alertado de los peligros para el tránsito de vehículos y peatones por la playa y los caminos próximos que representan las trayectorias incontroladas de las pelotas de juego.