Los niveles medios de bienestar han aumentado, pero existen barreras en cuanto a salud e ingresos que impiden avanzar a determinados países
SANTANDER, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores del Departamento de Economía de la Universidad de Cantabria (UC) Vanesa Jordá Gil y José María Sarabia Alegría han demostrado que, si bien el mundo es más igualitario hoy que hace tres décadas, la globalización ha traído consigo un proceso de polarización que impide que los países más pobres converjan hacia la tendencia de las economías avanzadas.
Los resultados se presentan en un estudio recientemente publicado en Applied Research in Quality of Life y reseñado en Springer Media, según ha informado la UC en un comunicado.
Utilizando el Índice de Desarrollo Humano creado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el estudio muestra que la globalización ha impulsado los niveles medios de bienestar, los cuales se han incrementado de forma paulatina durante los últimos 30 años.
No obstante, la magnitud del incremento es mayor en las naciones desarrolladas, lo que ha dado lugar a la creación de dos grupos de países: por un lado, los países menos desarrollados, en especial los de África Subsahariana, y por otro las economías avanzadas.
Debido a la llamada "trampa de la pobreza", los países pobres son incapaces de avanzar dentro del mercado global. La dificultad a la hora de implementar técnicas médicas sofisticadas y de extender la educación superior en estos países impide la promoción de los niveles de bienestar.
Pese al incremento de la polarización, la desigualdad ha disminuido en los aspectos más relevantes de la calidad de vida. Las variables educativas muestran una reducción de las disparidades superior al 50 por ciento en las últimas tres décadas, gracias al avance de los países en desarrollo, especialmente en Asia.
Asimismo, las diferencias en términos de la esperanza de vida se han visto ampliamente reducidas aunque en menor medida, debido al proceso de divergencia que se observa durante los noventa.
El aumento de las disparidades viene derivado de la expansión de las enfermedades de transmisión sexual en África Subsahariana, tendencia que se revierte en los últimos diez años gracias a la exportación de tecnología sanitaria.
Un mayor acceso a los medicamentos contra el VIH/SIDA, tratamientos de la tuberculosis, y mosquiteras tratadas con insecticida para reducir los casos de malaria son los principales promotores del cambio.
Los beneficios de la globalización han aumentado una serie de aspectos de bienestar en la mayoría de los países. Sin embargo, estas ventajas no han llegado a un grupo de países que no son capaces de superar las barreras de desarrollo humano en términos salud y el ingreso, lo que los sitúa en una posición de desventaja que no muestra signos de converger a la tendencia general, concluyen Jordá y Sarabia.
