Cantabria por el Sáhara y la Delegación Saharaui convocan este viernes una concentración en Santander

Actualizado: jueves, 14 julio 2011 13:41

SANTANDER, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

Cantabria por el Sáhara y la Delegación Saharaui en Cantabria han convocado una concentración este viernes, a las 19.00 horas, en la Plaza de Alfonso XIII de Santander, frente a la Delegación de Gobierno, bajo el lema 'Por un Sáhara Libre: Sí a la independencia. No a la ocupación'.

Según ha informado Cantabria por el Sáhara en nota de prensa, al acto están convocados todos los ciudadanos de Cantabria y "muy especialmente" las familias que acogen a 65 niños procedentes de los Campamentos de Refugiados de Tinduf (Argelia) y que participan en el programa 'Vacaciones en Paz 2011'.

Para la asociación, la llegada de estos jóvenes a Cantabria es una "nueva oportunidad" de que la sociedad cántabra tenga presente que los ciudadanos saharauis siguen "habitando en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, y sometidos al dominio de las fuerzas marroquíes".

Las cosas son así, a pesar de la "tan alabada" apertura de la monarquía y del estado alauita, que fue recibida de forma "calurosa" por el rey de España y por los miembros del Gobierno español, y los saharauis continúan esperando que "se haga justicia a sus muertos, se devuelva la libertad a sus presos políticos, se respete la integridad física de sus personas y se les reconozca el derecho a la propia identidad, y el derecho a reclamar la soberanía sobre su propio territorio y su independencia", señala el colectivo.

Según dice, la población saharaui, en este último año, ha sufrido "la mayor y más generalizada represión" que se haya ejercido en el Sáhara Occidental desde el alto el fuego de abril de 1991, con "la connivencia y la complicidad del Gobierno de España", entre otros, que "no ha querido escuchar los testimonios de los observadores españoles presentes en esta barbarie".

Además, la asociación critica que el Gobierno tampoco ha pedido explicaciones a Marruecos por "el asesinato y la tortura" de ciudadanos españoles, "consumando, una vez más, su absoluto desprecio por el respeto de los Derechos Humanos y poniéndolos por debajo de los intereses económicos y comerciales".