SANTANDER, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria (STEC) ha denunciado la "improvisación y ambigüedad" que están presidiendo los primeros pasos de la implantación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) en Cantabria.
En un comunicado, el sindicato considera que "no es de recibo" la postura que mantiene la Consejería de Educación en relación a los libros de texto, y ha criticado su "ambigüedad calculada" en esta cuestión al no haber ofrecido "una directriz clara" en relación a si hay que cambiar o no los libros de texto, trasladando la responsabilidad de la decisión a los colegios, lo que a su juicio demuestra la "cobardía política" del consejero, Miguel Ángel Serna.
"El que fuera ferviente defensor de la Ley Wert, cuando llega la hora de tomar decisiones que pueden implicar exigir a las familias un desembolso económico importante como es comprar libros nuevos, se esconde y pasa el problema al profesorado", ha sentenciado.
STEC ha señalado que otro asunto que está causando "perplejidad y confusión" en los colegios de Infantil y Primaria es la estructuración de los centros en ciclos o niveles puesto que, según ha dicho, la Consejería "se vuelve atrás" en la decisión que "impuso" en junio de dos niveles, que "ahora en septiembre queda sin efecto".
"La Consejería se vuelve atrás de esta decisión sin ni siquiera informar a los representantes del profesorado y, además, no lo hace de forma clara y pública sino improvisando una nota que ha enviado a algunos colegios, no a todos", ha afirmado.
En este sentido, ha apuntado que el resultado es que, ahora, no todos los colegios tienen la misma información y algunos están deshaciendo la organización que habían establecido tras el Decreto de junio pasado y otros "no saben qué hacer. En definitiva, se ha sembrado una gran confusión organizativa".
Por todo ello, STEC considera que la realidad del inicio de curso le está dando la razón, que la LOMCE "no solamente nació muerta por la falta de apoyo del profesorado y de la comunidad educativa en general, sino que su implantación de manera apresurada para el curso 2014-15 iba a ser tremendamente complicada".
"La improvisación, las ambigüedades y las contradicciones en su implantación convierten una ley que ya era mala en una pura chapuza", ha sentenciado el sindicato, que espera que tras las próximas elecciones cese la implantación de la norma y se aborde una reforma consensuada del sistema educativo.
